El decano de la Facultad de Empresariales de la Universidad Pablo de Olavide (UPO), Jesús Cambra, ha apostado por aumentar la eficiencia en el uso de los recursos, junto al crecimiento económico y la descabonización, para poder llegar a modelos de economía azul, aquel que se centra en el papel del mar como fuente económica y el aprovechamiento de sus recursos de una forma sostenible.
Así lo ha señalado en una entrevista concedida a Europa Press con motivo del curso ‘Sostenibilidad, medio ambiente y economía azul’ que coordina en los Cursos de Verano de la Universidad Pablo de Olavide (UPO)en su sede de Carmona (Sevilla), junto con la la Asociación de mujeres empresarias de medio ambiente economía circular y azul.
Tras apuntar que «aun queda mucho camino que recorrer con respecto a la economía azul» y avisar de que Europa se tiene que ver con capacidad de resiliencia frente al cambio climático, ha reclamado que «se dedique, al menos, un 30% de los fondos de cohesión a inversiones relacionadas con el Green Deal, haciendo hincapié en la descarbonización».
Según el decano, la economía azul agrupa a varios sectores, que van desde la pesca, la agricultura, el turismo, la minería y las energías renovables y tiene «una importancia fundamental» en términos de empleo y de valor añadido bruto para la economía.
Además, «el futuro potencial que tienen estos grupos es muy grande, ya que parte de los recursos que proceden del entorno marino son los que van a permitir satisfacer las necesidades de la sociedad en el futuro, además de la importancia del turismo azul».
Entre otra de las cuestiones importantes, ha señalado la necesidad de dar un enfoque integrador entre los recursos y los sectores. A modo de ejemplo, ha indicado que un crucero que llega a una ciudad exige una infraestructura en el puerto, algo que afecta al paisaje, al ecosistema terrestre y conlleva decisiones de urbanización del entorno. «Esto ejemplifica que las implicaciones que tiene la economía azul en la sociedad son muchísimas», reafirma.
Respecto al empleo, el coordinador del curso de la UPO ha detallado que los sectores implicados en la economía azul puede suponer entre un doce por ciento y un 18% del empleo vinculado a las zonas costeras, aunque ha puntualizado que «seguramente en algunas partes incluso más», con un valor añadido bruto del 20% o 25%».
Frente a esto, Cambra cree que «hay que replantearse muchas veces el modelo de negocio», sobre todo en el caso de turismo azul, de costa, de cruceros y náutico porque «un modelo donde apuesten por el volumen y un precio bajo, seguramente no sea tan respetuoso con el entorno y con el medio ambiente».
Para finalizar, ha detallado que con respecto a este modelo económico «Andalucía es una comunidad pionera con el proyecto Atlazul: Andalucía, Algarve, Alentejo, Galicia, o el informe ‘La Economía Azul en Andalucía’ (CEA, 2019)» así como «la reciente presentación en Cádiz de ??Libro Blanco, una publicación relacionada con este asunto».