La Federación Andaluza de Electrodomésticos (FAEL) estima que habrá un crecimiento de la demanda de aires acondicionados y electrodomésticos durante la segunda ola de calor de este verano, con temperaturas que incluso podrían llegar esta semana a los 45 grados de máxima en diferentes puntos de la comunidad, no obstante, se muestra prudente por el aumento general de precios.
En declaraciones, el secretario general de la organización, Carlos Javier Bejarano, ha trasladado que con la ola de calor las ventas sufrirán un incremento que servirá para paliar las bajas ventas que se registraron en mayo con un clima «tibio y con lluvias», el cual no ha sido provechoso para la industria electrodoméstica en Andalucía.
Pese a todo, el responsable de la organización espera que este sea un mes más prolífico en cuanto a la demanda de este tipo de equipamiento pudiendo alcanzar niveles de compra similares a los que se dieron durante el año pasado en territorio andaluz.
Al mismo tiempo, incide en que factores como el incremento en los costes de la hipoteca, la alimentación o el combustible –a pesar de la ralentización de los mismos– «merman la capacidad de gasto de las familias», por lo tanto, las previsiones de mantenimiento de este 2023 son inferiores comparadas a las de años anteriores. Todo ello, sumado a la gran inflación que asola Europa desde que estalló el conflicto bélico en Ucrania o la subida del costo de la factura de la luz.
En esta línea, FAEL resalta que en muchos hogares andaluces se está optando por productos sustitutivos como los ventiladores, debido a que suponen un gasto inmediato menor para las familias. Este factor disminuye las instalaciones de equipos de aire acondicionado, a pesar de que, como resalta el responsable de la entidad «un equipo eficiente puede resultar más barato a largo plazo».
En esta línea, Bejarano aduce que llevan «siete u ocho años» reivindicando que es necesaria en Andalucía la implantación de un «plan renove» que pueda sufragar una parte del equipamiento de electrodomésticos más eficientes. Esta medida supondría «un ahorro para la ciudadanía de cientos de euros en el plazo de un año tras la instalación».
Al mismo tiempo sostiene que hubo conversaciones con la Junta para la puesta en marcha de este plan, y que posteriormente fue recogido junto con otras medidas en el plan estratégico, pero que todavía «no se encuentran presupuestadas y, por lo tanto, no sirve de nada».
Otras comunidades autónomas como Madrid, Galicia, Extremadura o País Vasco han sacado adelante este plan renove, todas ellas con fondos propios, ya que, como explica Bejarano, este tipo de planes eran financiados por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, pero ante «la falta de respuesta ministerial», estos gobiernos autonómicos implementaron dicha medida con financiación propia y «resultados positivos».
