El comercio ambulante está viviendo una «leve» recuperación en Andalucía, a partir de la primavera de 2023, con respecto a lo últimos tres años, aunque sin llegar todavía a los niveles de ventas anteriores al Covid.
Así lo ha manifestado el presidente de la Federación Andaluza de Venta Ambulante, Antonio Figueroa, quien ha afirmado que «durante el periodo estival, los mercadillos ubicados en las zonas costeras, están notando una afluencia superior de clientes debido al turismo». En cambio, «en las provincias andaluzas del interior como Jaén o Córdoba, sobre todo los días en los que se registran temperaturas más altas, los beneficios son casi de cero», ha advertido.
Según Figueroa, este sector fue uno de los más «afectados» durante la pandemia, ya que «injustamente» se cerró por completo la actividad comercial. Esta recuperación que está experimentado el sector es a «corto plazo», ya que no se prevé que esta mejora se mantenga en el tiempo debido a los efectos económicos que tiene la sequía que se está viviendo, ha añadido.
De cara al otoño, según ha apuntado el presidente de la asociación, la actividad comercial ambulante vuelve a tener una situación de «incertidumbre» en la que «nadie puede prever nada», ya que el sector tiene la experiencia de que, siempre que ha habido periodos de sequía las ventas registran niveles «muy bajos», debido a que esta actividad se ejerce, sobre todo, en pueblos pequeños y rurales.
Para concluir, Figueroa ha añadido que, aunque es cierto que el sector se está recuperando, el comercio ambulante también se ha visto afectado por la subida del índice de precios al consumidor (IPC), no obstante, tradicionalmente los precios de los mercadillos han sido «más bajos» que los de otro tipo de comercio, pero también se han visto afectados como en todos los sectores.