El croata se ha despedido por segunda vez de la entidad hispalense, la última como futbolista profesional, entre lágrimas y acompañado por dirigentes, compañeros y ex compañeros. Se marcha a la Liga Saudí.
«Para mí ha sido no un orgullo, sino lo siguiente…» el extranjero que más partidos ha vestido la camiseta del Sevilla Fútbol Club se trababa emocionado en su discurso, miraba a su familia y recordaba todo lo que ha vivido en el club de su vida. El ’10’ sevillista hacía referencia a los trofeos que ha levantado durante sus dos periplos en Nervión, los utilizaba como reclamo para agradecer al sevillismo y sentirse orgulloso de haber podido devolverle el cariño con el que le han tratado añadiendo títulos a las vitrinas y haciéndoles celebrar en las numerosas noches europeas.
Rakitic, que se ha fundido en un cariñoso abrazo con el presidente Jose María Del Nido Carrasco, al que ha agradecido su cercanía en «estos días difíciles», y ha estado arropado por compañeros como Dmitrovic o Jesús Navas, que le dedicó unas palabras reflejando la «leyenda» que es y será en el club, y otros con los que compartió vestuario en otros tiempos como Javi Varas, Juan Cala o Coke.
El ya conocido como un vecino más de Pino Montano, se ha mostrado sincero cuándo le han preguntado por el motivo de su salida del club en este final del mercado de invierno, «Me veía capaz de ser titular indiscutible. Los jugadores no tenemos que entender todas las decisiones, sino aceptarlas. Y la idea del nuevo entrenador no es la misma que la mía. Toda la vida he jugado y quería estar en el campo. Llegan los pensamientos que igual debes plantearte cosas. Yo quería ayudar al Sevilla en el campo. No quería estar sentado en el banquillo y cobrar lo que me queda. Quería estar hasta el último día de mi carrera como futbolista».
