El Arzobispo de Sevilla presidió la ceremonia pontifical en la Plaza Ducal de la Marchena.
Monseñor José Ángel Saiz Meneses, Arzobispo de Sevilla, fue el encargado de presidir la coronación canónica de la imagen de Nuestra Señora y Madre de la Soledad de Marchena. La Eucaristía tuvo lugar en la Plaza Ducal del pueblo, ante la presencia de cientos de devotos que se congregaron en este lugar icónico de este municipio sevillano.
Por tanto, se ha coronado a una de las imágenes dolorosas de mayor relevancia histórica y artística de la Archidiócesis de Sevilla, la Virgen de la Soledad de Marchena. Se trata de una obra de Gaspar del Águila fechada en 1574, que procesiona en Semana Santa con sus manos entrecruzadas, orlada con su característica ráfaga en su paso de palio decimonónico.
Marchena coronó a su Virgen de la Soledad
Sin lugar a dudas, la Virgen de la Soledad es un gran referente devocional para todos los marcheneros. Esta imagen está rodeada de tradiciones peculiares de enorme valor. Monseñor Saiz Meneses destacó las moleeras. Esta costumbre, según cuenta la tradición, fue evolucionando a lo largo de los años debido a que la imagen de la Virgen de la Soledad se guardaba en la Iglesia de Santa María de la Mota, ubicada dentro del Palacio Ducal, de modo que el pueblo apenas podía disfrutar de la Virgen a lo largo del año. De ahí que su regreso a su templo, durante la procesión de Semana Santa, lo alargaban todo lo posible, y el duque se quejaba de estar molió por tan larga espera. Actualmente se sigue el pueblo agolpando ante el paso de la Virgen y se le cantan saetas y recitan poesías hasta que el pueblo quiera.
Una vez finalizada la celebración eucarística, Nuestra Señora de la Soledad inició la procesión por las calles de la población, que alcanzó su apoteosis de madrugada en el Tiro de Santa María arriba, lugar donde el Sábado Santo se suceden las tradicionales moleras entre saetas carceleras y marcheneras.