Sevilla comenzó las obras del primer carril bici en el año 2003. Fue en 2007 cuando se inauguró este primer tramo de unos 80 kilómetros en la ronda histórica. Por aquel entonces no era muy común el uso de bicicletas como vehículos de desplazamientos cotidianos. Sin embargo, la inauguración de estos carriles supuso una revolución a nivel de movilidad en la capital. Los hábitos cambiaron: se normalizó el uso de la bicicleta para ir al trabajo y se dejaron de ver como vehículos más aptos para el ocio.
«Los carriles bici están perdiendo calidad»
Según la asociación ciclista A Contramano, se produce una media de 14,5 millones de desplazamientos al año en bicicleta en la ciudad. Más de veinte años después, el uso de los carriles bicis ha aumentado considerablemente. Tanto que muchos usuarios consideran que no hay suficientes.
El pasado verano, el Ayuntamiento anunció un plan de mejora que supondría la construcción de tres nuevos carriles que sumarían unos 6,5 kilómetros a la red actual. Eso sí, los ciclistas aseguran que no solo basta con su construcción, sino que también cobra importancia su cuidado y mantenimiento. Precisamente esto ha desatado la polémica. El vicepresidente de A Contramano, Paco Meirinhos, lo afirma: «Lo que estamos observando en cualquier obra de reurbanización es que los carriles bici están perdiendo calidad». El carril bici de Luis de Morales, Carretera Carmona o el del Puente de San Telmo son algunos de los ejemplos que ha expuesto. El de San Jacinto también ha estado en el punto de mira. Los vecinos aseguran que el carril no está bien diferenciado del resto del acerado.
«Queremos carriles bici con calidad y seguridad suficiente»
Meirinhos explica que esta semana la asociación ha mantenido una reunión con la Delegación de Movilidad del Ayuntamiento de Sevilla. De esta, la conclusión, según nos ha contado, es clara: «El carril bici de Luis de Morales será un itinerario compartido con el peatón, algo con lo que no estamos de acuerdo».
Lo petición es clara: «Queremos carriles bicis con calidad y seguridad suficiente, segregados con la anchura necesaria y los radios de curva adecuados para que las bicicletas puedan cruzarse o adelantarse con seguridad». No obstante, para Meirinhos el problema más allá: en Sevilla mueren al año unas 600 personas por problemas de contaminación que en gran medida provoca la movilidad. Con ello, plantea el que para él es el problema de origen: la salud de los sevillanos.
La asociación invita a asociaciones y fuerzas políticas a dialogar y debatir sobre este tema. Por lo pronto A Contramano ha convocado una manifestación para el próximo día 11 de octubre a la que se unirán otras asociaciones.
