En este segundo fin de semana de Cuaresma hemos podido disfrutar de una gran multitud de cultos y actos cofrades propios de las fechas en las que nos encontramos. Uno de estos cultos ha sido el besamanos del Señor de la Esperanza, de la Hermandad de la Milagrosa.
Para este culto, el Señor vistió un Talit, un accesorio religioso propio del judaísmo. Este hecho ha provocado polémica dentro del mundo cofrade por la idoneidad, o no, de que la imagen lo portara.
Se trata de un manto de oración con largos flecos (Tzitzit) atados a cada esquina con un cordón azul, representando así los cuatro puntos cardinales, que indican el señorío de Dios en todo el universo. El talit también posee gran simbolismo según sus colores: las líneas azules y oro son las más representadas, el azul está asociado con la pureza y el oro con la gloria de Dios.
Sobre la cabeza del Señor se podía ver una oración escrita en hebreo, cuya traducción es: «Bendito eres Tú, Nuestro Señor, y nuestro Elohím, Rey del Universo, que nos has purificado por medio de tus mandamientos, y nos has mandado cubrir nuestras cabezas.»
Tras toda la polémica generada, la Hermandad expuso en sus redes sociales que «el Señor usó talit por ser judío. Hay que situarse en el contexto histórico de Jesús. Miembro de una familia judía, fue hijo de su tiempo y su lugar de origen. Por ello, su forma de comprender a Dios y a la vida estará marcada para siempre por la cultura semítica».