Podía parecer una día cualquiera en la Ciudad Deportiva Luis del Sol pero la noticia más esperada (sin contar la vuelta de Isco Alarcón, que no se espera todavía) se ha producido: Gio Lo Celso ha vuelto a ejercitarse con el resto de sus compañeros a las órdenes de Manuel Pellegrini.
Que se te lesione tu mejor jugador de la temporada es un duro golpe, si ya su problema muscular se produce estando con su selección y al regreso de un parón tras recibir un varapalo europeo agudizado por una derrota con malas sensaciones ante tu eterno rival, el panorama se complica. La situación no presagiaba semanas fáciles en Heliópolis teniendo en cuenta también el calendario que había por delante. Osasuna en Pamplona, Atlético de Madrid en casa y visita al Athletic Club en San Mamés. Eso en Liga, complementado con el primer envite copero y un duelo ante el Copenhague de Conference League.
Ese último ha sido, prácticamente, el único lunar bético mientras Lo Celso ha estado fuera. Las victorias ante Osasuna, Atleti y Gévora, sumados al empate en La Catedral bilbaína hacen que el balance haya sido mucho mejor del esperado y que la baja del que ha sido el faro absoluto desde el inicio de campaña hasta su lesión para los verdiblancos no se haya percibido.
La figura del futbolista argentino es capital para Pellegrini, que a la vuelta del crack tendrá que afrontar la encrucijada de si mantener el cambio de sistema que tan buenos resultados le ha dado recientemente, o volver a su formación por antonomasia donde el rosarino era el pilar central. Sea como fuere este debate no llegará hasta el regreso del próximo parón de selecciones, donde se espera que Lo Celso esté disponible.
De momento, el regreso de hoy es una cuestión parcial y en el entorno del jugador no quieren buscar acortar plazos optando por la cautela para evitar una posible recaída. El objetivo sigue siendo reaparecer ante el Valencia CF el 24 de noviembre.
