Máxima precaución en Sevilla ante el aviso naranja que activaba la Aemet a última hora de la tarde de este miércoles. Las calles están prácticamente vacías. Algunos aprovechan para salir a hacer recados, pero aseguran que volverán rápido a casa. La tensión en la capital es más que notoria y los sevillanos, según nos cuentan, sienten miedo.
«Estamos asustados»
Las imágenes de los fatales efectos de la Dana en Valencia han sobrecogido a todo el país. El temor a que esta tragedia se repita en otras zonas del país ha ido extendiéndose. Esta jueves la Dana amenaza a Sevilla. La Junta suspendió la presencialidad de las clases en todos los centros educativos de la provincia, excepto en los de la Sierra Norte. Esta decisión ha sido aplaudida popularmente. «A mí me parece lo más adecuado. Más vale prevenir, que curar», comentaba una señora.
El miedo es inevitable. Aunque la mañana ha sido tranquila, temen que todo cambie de un momento a otro. Muchos se han visto obligados a salir de casa por trabajo o citas varias, pero lo tienen claro: «No pienso estar en la calle mucho tiempo. Me voy ya para casa», cuenta una vecina. Estar preparados para lo peor también ha sido otro de los objetivos de la mañana: «Llevo la comida de los niños, por si pasa algo, para que no pase nadie hambre», explica otra señora a la salida del supermercado.
Las personas mayores están algo intranquilas. «Estamos asustados», nos cuenta un grupo. A preguntas de 101, han sido varios los que han rememorado las inundaciones de 1963. «Yo vivía en la calle Macarena y en la Ronda de Capuchinos, iba la gente en lancha», recuerda una señora. Eso sí, todos coinciden en que no se llegará a estos niveles. O al menos eso parece.
«Ya no salgo más hoy», exclamaba una señora. Muchos ni siquiera se paran a contestar nuestras preguntas. Todos llevan prisa y miran al cielo. Lo único que piden de la mañana de este jueves en pleno aviso naranja es «que pase rápido».