La hermandad de los Estudiantes culminó los actos de su centenario fundacional con una salida extraordinaria con aires añejos, clásicos y soberbios que nos recordó a la procesión celebrada con motivo del cincuentenario de la corporación del Martes Santo.
Los Estudiantes conmemoraron su centenario con una salida para la historia
Al igual que sucediera el 17 de noviembre de 1974, los titulares volvieron a despedirse de su templo fundacional, como fue durante décadas, la iglesia de la Anunciación. Por ello a las 17.00h, comenzaba a salir un cortejo que reunía la excelencia escultórica del Barroco y el Neoclasicismo.
El Crucificado volvió a llevar un monte de claveles y a la salida del templo metropolitano, la Banda de Música del Maestro Tejera volvió a interpretar «Cristo de la Buena Muerte». Una marcha estrenada en la salida extraordinaria de ambos titulares que fue interpretada por la Banda Municipal y compuesta por quien fuera su director, José Albero Francés.
Tampoco faltaron los guiños musicales a dos hermandades que vertebran la historia de la hermandad. Una vez superada la salida de ambos pasos, tanto Tejera como Alcalá de Guadaira interpretaron la marcha «Virgen del Valle» de Gómez Zarzuela como homenaje a la hermandad del Jueves Santo con la que compartieron templo.
Además, se pudieron escuchar las marchas «Esperanza Macarena» de Pedro Morales y «Pasa la Macarena» de Gámez Laserna en el enclave de Martin Villa con la Campana. Dos composiciones interpretadas por la Banda de Música de Alcalá de Guadaira que sirvieron como homenaje a la Macarena; hermandad hermanada con los Estudiantes.
Finalmente, la Iglesia Colegial del Salvador se quedó huérfana de la presencia de la corporación a la que acogieron durante la II República, a causa de la suspensión del culto a los titulares en la Iglesia de la Anunciación. Un saludo que quedó en el intento, a causa de las luces de Navidad que tienen una altura inferior al madero del paso de Cristo y a la crestería del palio.
Por ello, la cofradía llegó al Ayuntamiento de Sevilla a través de la plaza de la Campana, O’Donell, plaza de la Magdalena, Méndez Núñez y Plaza Nueva. En definitiva, un recorrido multitudinario donde destacaron las familias y jóvenes que se agolpaban en las calles aledañas para disfrutar de la salida extraordinaria.
A partir de ese punto comenzó la segunda parte de la procesión con la Giralda, la plaza del Triunfo o el entorno del barrio de Santa Cruz como testigos de una salida extraordinaria que duró seis horas y concluyó con la entrada del palio de la Angustia en el Rectorado a las 22.52h.