El candidato de la coalición que encabezan Podemos e Izquierda Unida a las elecciones municipales Ismael Sánchez ha instado este martes al Ayuntamiento de Sevilla a que «recupere» el servicio de limpieza matinal en los colegios públicos de la ciudad, puesto en marcha durante la pandemia e interrumpido después.
La figura del limpiador de mañana –como se conocía este servicio– «evitaría», a juicio de Sánchez, casos como el que ocurrió hace sólo unos días, cuando dos niños de cuatro años estuvieron jugando, «como si fuera un globo», con un preservativo usado que encontraron en el arenero del patio de recreo del Colegio de Educación de Infantil y Primaria (CEIP) Miguel Hernández, lo que obligó a las familias a someter a los menores a pruebas médicas para descartar cualquier tipo de enfermedad de transmisión sexual.
En una nota de prensa tras mantener una reunión de trabajo con un grupo de peones municipales que componen la Plataforma de Trabajadores del Ayuntamiento de Sevilla, Sánchez ha recordado que la implantación del servicio de limpieza matinal es una «reivindicación que comparte toda la comunidad educativa», teniendo en cuenta la cantidad de alumnos que estudian en los centros públicos y las horas que permanecen en las instalaciones.
El dirigente de Izquierda Unida ha criticado que más de 250 trabajadores de la bolsa municipal de peones que podrían encargarse de estas funciones permanecen «olvidados» por el equipo de gobierno mientras gestiona la bolsa «sin transparencia» y utiliza planes de empleo externos para «suplantar» puestos de trabajo estructurales, lo que ha provocado ya la presentación de demandas judiciales contra el Ayuntamiento «con la repercusión económica que éstas podrían tener para las arcas públicas».
«El consistorio está incumpliendo así el Estatuto Básico del Empleado Público y mantiene un convenio colectivo que está caducado desde 2002», ha criticado. Para Sánchez, la intención del Ayuntamiento pasa por «dejar morir servicios municipales para proceder a su externalización» en lo que considera un «caso de manual de privatización encubierta», y ha calificado de «inexplicable» que se convierta en «temporal y precario» un empleo que debería ser estructural dentro de la plantilla, por lo que ha reclamado al gobierno de Antonio Muñoz (PSOE) «que se deje de imposiciones, arbitrariedades y chapuzas» y dé estabilidad a estos trabajadores».
