El 30 de enero de 1998, Alberto Jiménez-Becerril y su esposa, Ascensión García, fueron víctimas de un atentado por parte de la banda terrorista ETA en el cruce entre las calles Don Remondo y Cardenal Sanz y Fores. Hoy, 27 años después, Sevilla no olvida aquel trágico suceso.
Aquella fría noche, ambos eran sorprendidos por la espalda por una pareja de terroristas cuando iban de vuelta a casa tras una velada con amigos. Le propiciaron un disparo en la nuca. Alberto, por aquel entonces, era concejal en el Ayuntamiento de Sevilla, motivo por el que él y su familia fueron objetivo de la banda. No era la primera vez que eran perseguidos por la banda. Ascensión trabajaba como procuradora en un despacho de abogados.
Fueron sorprendidos por la espalda por una pareja de terroristas cuando iban de vuelta a casa tras una velada con amigos
El edil fue perseguido por un tiempo por la banda, llegando a aparecer en la lista de personas que seguían los terroristas. El matrimonio siguió el protocolo de seguridad, sintiéndose seguros de que todo estaba controlado. Lo que no esperaban era que seguían vigilados en la sombra, esperando el momento oportuno para acabar con sus vidas de esta manera tan atroz.
Tenían tres hijos de 8, 7 y 4 años aquel momento. Aquella noche, Alberto y Ascen llevaban tres rosas en la mano. Eran para sus hijos, que debían llevarlas al día siguiente al colegio por el Día de la Paz. Muchos no olvidan aquellas rosas sobre el suelo a la mañana siguiente.
Ese mismo año, en 1998, nació la Fundación contra el Terrorismo y la Violencia Alberto Jiménez-Becerril, comprometiendo con ello el permanente homenaje de los sevillanos al matrimonio. La entidad sigue funcionando, velando cada año por el fin de la violencia.
Otro de los homenajes que Sevilla rinde al concejal es la Avenida Concejal Alberto Jiménez Becerril, ubicada en la antigua calle Torneo. Cada 30 de enero, la ciudad rememora el asesinato de este matrimonio que, lejos del olvido, permanece vivos en el recuerdo. Este jueves se celebrará una ofrenda floral en la calle Don Remondo y una misa en la Capilla Real de la Catedral.
