El hermano mayor de la Hermandad de la Macarena aboga por buscar otras opciones para la reordenación de la Madrugada que no pasen por la ruptura de la Concordia con la corporación de San Lorenzo, un acuerdo de ambas corporaciones que firmaron en 1903 y que se ha respetado durante más de un siglo.
Desde la corporación de San Gil, insisten en que «se han de abordar otras posibilidades que no pasen por cambiar los puestos» de estas dos hermandades, algo que provocaría sobre los horarios unas modificaciones que afectarían incluso al Jueves Santo.
En el caso de que la Macarena pasara a ser la segunda de la jornada, para entrar en la Campana detrás del Silencio, tendría que salir pasadas las once de la noche cuando aún hay corporaciones del Jueves Santo en la calle, aspecto que ya han rechazado en varias ocasiones las corporaciones de dicha jornada.
Por otro lado, el Gran Poder pasaría a ser la tercera, lo que retrasaría su salida más de una hora y entraría en la basílica de día. Ante estas posibilidades, y sabiendo que los acuerdos del Consejo de Cofradías para este año son temporales, desde la Macarena señalan que no está en la mente de las dos corporaciones deshacer esta Concordia.
Esta idea surge a pocos días de la llegada de la Semana Santa y con una decisión adoptada por parte del Consejo de que el Gran Poder llegue hasta el Baratillo este 2023 para luego tomar la calle Santas Patronas para alcanzar el cruce con la Esperanza de Triana pasadas las cinco de la mañana.
Ante las opciones de que se alteren los puestos para 2024, José Antonio Fernández Cabrero insistió en «la idea de que se busquen otras alternativas» para no trastocar una jornada que no para de crecer en cuanto a los integrantes de los cortejos y donde no se ven soluciones a corto plazo.
