La Consejería de Salud y Consumo de la Junta de Andalucía se suma, como cada año, al Día Mundial de la Cefalea, que se celebra este miércoles, 19 de abril, una enfermedad que en la comunidad autónoma padecen alrededor de un millón de personas.
La cefalea constituye una de las diez enfermedades más prevalentes y que mayor discapacidad genera en los países occidentales. Según se desprende de la última Encuesta Nacional de Salud, el 11% de la población andaluza declara haber padecido migraña alguna vez y el 10,1% en el último año, así lo registra la Consejería en una nota de prensa.
En este sentido, Andalucía trabaja en el Plan Integral de Cefaleas, del cual tuvo conocimiento el Consejo de Gobierno el 21 de marzo, que está coordinado por la Secretaría General de Humanización, Planificación, Atención Sociosanitaria y Consumo de la Junta de Andalucía, y que cuenta con la participación de la Escuela Andaluza de Salud Pública y del Servicio Andaluz de Salud (SAS).
En su elaboración han participado diferentes perfiles profesionales y distintos grupos de interés, como los propios pacientes con cefaleas. Mejorar la calidad de vida de las personas que sufren las denominadas cefaleas primarias, que incluyen entre otras a la migraña, la cefalea tensional y las cefaleas trigémino autonómicas (CTA), es el objetivo principal en la atención a estos pacientes.
Y es que, las cefaleas primarias constituyen un grupo de enfermedades que no ocasiona secuelas permanentes y apenas tiene mortalidad, pero produce un alto grado de incapacidad –la migraña es la segunda causa a nivel mundial, y la primera en adultos menores de 50 años– y un elevado impacto a nivel emocional, social, laboral, con gran repercusión en la calidad de vida de las personas que las padecen y su entorno familiar.
A pesar de ello, es un problema de salud que no está lo suficientemente reconocido ni comprendido a nivel social e incluso dentro del propio sistema sanitario está infradiagnosticado.
Con motivo del Día Mundial de esta enfermedad, Andalucía sigue apostando por una mayor sensibilización y el reconocimiento de la importancia de esta patología por parte de los pacientes y la sociedad. Asimismo, se continúa trabajando en la formación de los profesionales para la realización de un diagnóstico precoz y la indicación de tratamientos adecuados, tanto desde el punto de vista sintomático como preventivo.
En este contexto, es fundamental promover un cambio en los hábitos de vida, abogando por estilos saludables, con el fin de prevenir las crisis de cefaleas, coordinando acciones que logren concienciar e implicar al paciente en el cuidado de su propia salud, favoreciendo la coordinación asistencial y la homogeneidad en la asistencia sanitaria, además de impulsar la investigación en esta patología.