Se trata del quinto entierro del fundador de Falange, que se produce después de un acuerdo entre su familia y el Gobierno.
Los restos mortales del fundador de Falange, José Antonio Primo de Rivera, serán exhumados este lunes del Valle de los Caídos y reubicados en el cementerio de San Isidro en Madrid. Será su quinto entierro desde que fue fusilado tras ser juzgado por las autoridades republicanas en 1936 en la cárcel de Alicante, hace 86 años.
Precisamente hoy se cumplen 120 años del nacimiento del líder falangista, el 24 de abril de 1903, cuyos restos mortales saldrán del Valle en cumplimiento de la Ley de Memoria Democrática y tras un acuerdo con sus familiares.
«Es un paso más en la resignificación del Valle», dijo la pasada semana el ministro del ramo, Félix Bolaños, que también señaló que no estaría presente durante el proceso de exhumación, que la familia ha pedido se desarrolle en la más estricta intimidad.
Primo de Rivera será trasladado después de que su familia se adelantase a la aprobación de la Ley de Memoria y solicitase su salida, antes de que el Valle de los Caídos se convirtiese en cementerio civil. Según indicaba la petición de los familiares, dejó escrito en su testamento que quería ser enterrado conforme al rito de la religión católica «en tierra bendita y bajo el amparo de la Santa Cruz».
Cabe señalar que Primo de Rivera, como víctima de la Guerra Civil, tiene derecho a permanecer inhumado en el Valle de los Caídos bajo los preceptos de la nueva ley. Dicha norma impide, sin embargo, la presencia de restos de dirigentes del golpe de Estado de 1936, la Guerra Civil y la dictadura franquista en lugares preeminentes de acceso público.
Su tumba actual está situada en la basílica de Cuelgamuros, al lado del lugar en el que se encontraba la del dictador Francisco Franco, que también fue trasladado por decisión del Gobierno de Pedro Sánchez en octubre de 2019. Sus restos fueron transportados en helicóptero y reubicados en el cementerio de Mingorrubio en El Pardo.