El PSOE-A ha acusado este jueves al Gobierno andaluz de Juanma Moreno de haber «destrozado la imagen institucional e internacional» de Andalucía al hilo de la tramitación de la proposición de ley registrada por PP-A y Vox en el Parlamento autonómico para la regularización de zonas de regadíos en la comarca del Condado de Huelva, en el entorno del Parque Nacional de Doñana, una crítica a la que el consejero de la Presidencia, Interior, Diálogo Social y Simplificación Administrativa, Antonio Sanz (PP-A), ha replicado acusando al Gobierno de Pedro Sánchez de causar un «daño» a la comunidad autónoma por su «dejación de responsabilidades» ante la actual sequía que afecta al territorio.
Son críticas que el parlamentario del PSOE-A Mario Jiménez y el consejero Antonio Sanz se han intercambiado en el transcurso de la sesión de control al Gobierno andaluz en el Pleno de la Cámara, donde el diputado socialista ha preguntado al representante de la Junta si el presidente Juanma Moreno respaldaba sus «vergonzosas y dañinas declaraciones en las que cuestionaba la imparcialidad de la Unión Europea y la credibilidad de los funcionarios de las instituciones europeas», en el marco de la polémica en torno a la proposición de ley de regadíos.
Antonio Sanz le ha respondido que «lo que existe» en esta cuestión es la «tramitación parlamentaria de una proposición de ley», ante la que ha abogado por dejar «que siga su desarrollo» y «la actividad de los diferentes grupos parlamentarios», así como que la Cámara «cumpla sus funciones».
Además, el consejero ha reivindicado «el diálogo institucional, político y parlamentario», y ha apuntado que es sorprendente que «se tarden cinco días en poner una reunión con un comisario europeo» –en alusión a la que el pasado mes de abril mantuvo el consejero de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul, Ramón Fernández-Pacheco, en Bruselas con el comisario europeo de Medio Ambiente, Virginijus Sinkevicius–, mientras el Gobierno andaluz lleva «seis meses intentando tener un encuentro» con el Ejecutivo central y la respuesta de éste «sea negativa», de «‘no’ a dialogar» sobre un tema que, «según nos trasladan, parece de suma gravedad para ustedes», ha apostillado Antonio Sanz.
Tras esta respuesta, Mario Jiménez ha aseverado que el consejero había protagonizado «una reculada monumental» en sus palabras, si bien ha incidido en acusarle de haber realizado la semana pasada unas declaraciones que no podían ser «más irresponsables, insolventes y falsas por parte del ‘número dos’ de un gobierno de un territorio como Andalucía que tiene todas sus esperanzas de futuro de recuperación económica y desarrollo en los recursos que tienen que venir de Europa»; en concreto, «30.000 millones de euros hasta 2030» que, según ha continuado el diputado socialista, la Junta «está poniendo en peligro con sus declaraciones irresponsables y su frivolidad».
«¿Hasta dónde está dispuesto a llegar Moreno por un puñado de votos?», ha preguntado Mario Jiménez al consejero de la Presidencia, a quien ha espetado además que «en estas últimas semanas ha quedado demostrado que Moreno no vale nada tras el ridículo, la insolvencia e incompetencia institucional que usted (Antonio Sanz) y Fernández-Pacheco han exhibido en los últimos días».
En esa línea, el representante del PSOE-A ha acusado al Gobierno andaluz de haber «destrozado», en «20 días», la «imagen institucional de Andalucía, su imagen internacional», así como de haber «puesto en peligro 30.000 millones de fondos europeos», y de haber «hundido la reputación de la agricultura en los mercados europeos».
«Han provocado la mayor crisis institucional de Andalucía con Europa de nuestra historia como autonomía», ha denunciado Mario Jiménez, que irónicamente ha dado la «enhorabuena» a Antonio Sanz porque «nadie ha hecho tanto daño en tan poco tiempo».
Además, Jiménez ha sostenido que al presidente de la Junta «se le empieza a ver en Europa como una persona ‘non grata’, como un aprendiz menor de los Orban y los Salvini», así como que «no cabe más ridículo que el que hizo Fernández-Pacheco tras la dura reunión con el comisario» de Medio Ambiente, «diciendo que había salido muy bien y recibiendo minutos después una desautorización total en forma de comunicado de la Comisión» Europea.