Este sábado 13 de mayo se celebra el ‘Mercado de Productores Ecológicos y Locales’ en el extremo norte de la Alameda de Hércules (Sevilla), una iniciativa que conecta a los consumidores con los productores y agricultores que apuestan por una alimentación sostenible, local y ecológica.
La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos de Sevilla (COAG Sevilla), con la colaboración de la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento de Sevilla, animan a los sevillanos a asistir a este encuentro mensual y disfrutar de una mañana «fantástica», comprando productos que tienen «un valor de diferenciación importante», consumiendo de manera «más sostenible y respetuosa con el medio ambiente, y contribuyendo a la economía local del medio rural».
Este tipo de iniciativa sirve para acercar a la ciudadanía un producto sin presencia de pesticidas, cultivados en la provincia de Sevilla y provincias vecinas, ofrecidos por familias que trabajan en el entorno rural. La conexión entre el entorno rural y la ciudad es fundamental para los consumidores, ya que les permite acceder a productos de gran calidad elaborados de manera tradicional y, al mismo tiempo, contribuir a la economía local de los productores que apuestan por un modelo de negocio respetuoso con el medio ambiente.
En este ecomercado se pueden encontrar frutas y hortalizas frescas, productos a granel, panes, lácteos, embutidos, aceites, entre otros productos. Consumiendo este tipo de alimentos sin pesticidas, el consumidor no solo se beneficia a nivel de salud, sino que también reduce su huella de carbono al consumir productos sin contaminantes para el medio ambiente y de cercanía.
España y, en concreto, Andalucía, son líderes en producción de productos ecológicos, pero «no somos líderes en consumo», la gran mayoría de los productos se exportan, por lo que se necesita una mayor concienciación de la población para aumentar el consumo. En este sentido, los precios en este tipo de ecomercados son «más estables» frente al mercado convencional, ya que no hay intermediarios entre el productor y el punto de venta final. El hecho de comprar directamente al productor permite abarcar precios muy competitivos para que el consumidor pueda acceder a un producto de gran calidad a un precio justo para ambas partes.
