El momento cumbre de la salida extraordinaria de la Piedad del Baratillo, con motivo de su coronación canónica, fue el saludo a la Capilla de los Marineros.
Por ello, desde las 20.00h ya se agolpaba público, mayoritariamente joven, en los aledaños a la sede canónica de la Hermandad Sacramental de la Esperanza de Triana. Corporación con la que está hermanada la cofradía del Miércoles Santo desde 2018. 101TVSEVILLA
A las 01.00h del ya 15 de septiembre, festividad de los Dolores de la Virgen, llegaba el conjunto baratillero a la calle Pureza tras culminar el acto conmemorativo en la Real Parroquia de Santa Ana con las hermandades del arrabal trianero.
La Piedad del Baratillo fue recibida en la antigua calle de los Olleros con la interpretación del «Ave María» de Vladimir Vavilov, por parte de un cuarteto, ante la casa hermandad de Madre de Dios del Rosario.
El misterio avanzaba con paso firme mientras se interpretaban marchas señeras de la Banda de Cornetas y Tambores del Sol como «Bendición» o «Baratillo». Metros antes de llegar al Baratillo, el capataz José Manuel Valenzuela detenía el paso para descender la cruz del misterio y así poder realizar la maniobra de entrada en la Capilla de los Marineros.
Una vez descendido el madero, la Piedad se levantó al cielo de Triana, cuando la banda del Sol comenzó a interpretar un popurrí de marchas, en homenaje al patrimonio musical de la Esperanza de Triana. La obra musical, titulada, «La música de la Esperanza» fue compuesta por el director musical de la banda, Israel Jiménez Chozas, quien también perteneció a la Banda de las Tres Caídas de Triana, además de componer obras señeras como «Esperanza Gitana, «Tres Caídas de Esperanza» o «Mi Vieja Triana».
El popurrí estuvo conformado por 17 marchas, de las que destacaron «Soleá dame la Mano», «Bulería en San Román, «Pureza», «Mi Madrugá», «La Pasión», «Triana de Esperanza» o «Esperanza de Triana Coronada» con la que entró el misterio en la Capilla de los Marineros con una atronadora ovación. Un «remix musical» que se repetiría en la calle Pastor y Landero, a la altura del azulejo trianero de la antigua cárcel del Pópulo.
En el interior del templo se rezaron una serie de oraciones que culminaron con otra inolvidable chicotá con la que la Piedad del Baratillo saludó al Cristo de las Tres Caídas. Es importante reseñar que la Hermandad de la Esperanza de Triana preparó un altar efímero para la ocasión, además de engalanar extraordinariamente la fachada de la Capilla de los Marineros.
Tras ello, el misterio de la Dolorosa de Fernández-Andes y del Cristo de Ortega Bru salió de la Capilla de los Marineros con una nueva sorpresa musical de la Banda del Sol con la interpretación de la salve en honor de la Esperanza de Triana, compuesta por Manolo Garrido y Manolo García. Tras ello, la marcha conmemorativa de la coronación obra de López Gándara u otras composiciones clásicas como «Santa Marta» de Antonio Velasco.
