Aura llegó a España en 2019. Lo dejó todo en Colombia, su país natal, para salir con un hombre que parecía ser el verdadero amor de su vida. «Era aparentemente encantador. Yo me enamoré de un hombre empático, amable, responsable», nos cuenta.
«A pesar de que soy psicóloga, no logré atender a esas señales de alarma»
Ambos trabajaban en la Universidad. Llevaban dos días viviendo juntos y ya aparecían las primeras señales. «Ese día me dejó cardenales en el cuerpo. Al día siguiente llegó de rodillas desde la puerta hasta donde yo estaba para pedirme perdón», explica Aura. Ese arrepentimiento apenas duraba horas.
Entre suspiros se enfrenta a sus recuerdos. Todo fue a más. Aura nos cuenta que le cortaba el agua caliente para ducharse. «Como eres tan valiente, agua fría», le decía. «Con el paso de los días yo ni siquiera podía elegir qué comer», recuerda.
«A pesar de que soy psicóloga, no logré atender a esas señales de alarma», lamenta. Y es que detectarlo no es nada fácil cuando no reconoces a la persona con la que un día decidiste compartir la vida. Lo único que le mantenía a su lado era la mentira diaria del «quiero cambiar».
Este 25N pretende ser la voz de aquellas que están silenciadas. Desde la Fundación Ana Bella, ayuda a otras mujeres a salir de ese profundo pozo. La clave, según nos cuenta, está en el entorno. Los que nos rodean son los únicos capaces de detectarlo a tiempo, por ello pide que no callemos si vemos cambios de actitud y en el carácter de cualquier familiar, amiga o conocida.
Aura denunció y consiguió salir de aquel infierno. Hace poco descubrió que el que fuera su pareja ha sido denunciado en tres ocasiones más por violencia machista. Ahora es un espejo de superación para otras mujeres. «Que toda esa fuerza interior que utilizamos para poder resistir al maltrato, la utilicemos para salir y para contarlo». Ese es su mejor consejo para toda aquella que lo necesite. Quiere dejar claro «que hay salida, que se puede volver a ser feliz y volver a construir nuestro sueño o nuestro proyecto de vida».