La plataforma vecinal Barrios Hartos ha señalado que la subida de las tarifas del agua en Sevilla –aprobada este lunes en el seno del Consejo de Administración de Emasesa, de entre un 15 y un 18% en función de si el consumo doméstico es eficiente o normal– «no afecta a todos por igual», puesto que ese incremento se debería establecer «en base a los ingresos y no en función del consumo. El déficit deberían asumirlo las empresas turísticas, que se están haciendo de oro».
«Es impresentable que el alcalde pretenda sumar a la escalada generalizada de precios un incremento tarifario indiscriminado de un bien tan esencial como es el agua, precisamente desde de una empresa pública», destaca la plataforma en una nota de prensa. «Nadie es ajeno a la sequía que vivimos y al aumento de costes que la empresa pública está sufriendo en relación a la energía y otros insumos. Somos los primeros en defender la viabilidad del servicio público del agua, y conocemos que habrá grupos ligados a la derecha política deseando acometer una privatización que ahora no se atreven aún a plantear, aunque ya lo hayan sugerido tímidamente a través de la fórmula ‘explorar otras soluciones'».
En este sentido, Barrios Hartos reclama que la subida de costes sea sufragada «por todo el mundo por igual». «Es una falsedad que se demuestra por el hecho de que los 110 litros diarios de una familia acomodada de un barrio burgués se pagan al mismo precio que esa misma cantidad de una familia de cualquiera de los barrios obreros más empobrecidos».
Además, la tarifa social «apenas se sitúa en el 2% de los consumidores, según datos de la propia empresa, respondiendo a situaciones sociales exclusivamente extremas». «Exigimos que la subida sea cargada a las grandes empresas, con especial incidencia en el sector de grandes hoteles y demás sectores privilegiados de la ciudad. Obviamente, estos criterios deben estar ligados a los niveles de renta, como debería exigir cualquier tasa, tarifa o impuesto de carácter progresivo en la que los contribuyentes aportaran según sus ingresos y patrimonio».
Para Barrios Hartos es «urgente» que la tarifa «no sólo tenga un escalado en base al consumo, que la tarifa sea progresiva según renta y patrimonio. La
ausencia de este elemento hace que el acceso al agua sea extremadamente desigual e injusto».
En concreto, la plataforma vecinal exige que «ninguna subida para las familias trabajadoras, situadas por debajo del percentil 85 del nivel de rentas y patrimonio»; que el reparto de sobrecostes y déficit «sean cargados y repartidos íntegramente entre la población con rentas y patrimonio en el percentil 85 y la industria turística, puesto que diversos estudios señalan que los turistas consumen un 300% de agua respecto al vecino medio», así como las grandes empresas. Por último, también plantean que haya unas tasas especiales a propietarios de piscinas mientras dure el período de sequía.