La Asociación Cívica del Sur (Civisur) ha programado para el miércoles, jueves y viernes de esta semana unas jornadas internacionales, sobre la candidatura del conjunto arqueológico de Itálica, enclavado en Santiponce (Sevilla) y donde descansan las ruinas de la antigua ciudad romana cuna del emperador Trajano y patria de la familia de su sucesor, Adriano; a la declaración de Patrimonio Mundial de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco por sus siglas en inglés).
El programa contempla, especialmente, las intervenciones de Anna Maria Reggiani, directora emérita del Departamento de Arqueología del Ministerio Cultura de Italia; Felix Arnold, del Instituto Arqueológico Alemán de Madrid; Elena Calandra, del Instituto Central de Arqueología de Roma; Annalisa Lo Monaco, de la Sapienza Università di Roma; Nuria Sanz, directora de la Oficina Regional de la Unesco en Países Árabes; y por vía telemática Emanuelle Papi; de la Escuela Arqueológica Italiana de Atenas; y Annalisa Falcone, también del Instituto Central de Arqueología de Roma.
Todos ellos participarán en estas jornadas internacionales, junto con representantes del consejo asesor de la candidatura, como la presidenta del mismo y copresidenta de Civisur, Concha Cobreros; la catedrática emérita de Arqueología de la Universidad de Sevilla Pilar León o los arqueólogos y exdirectores del conjunto arqueológico de Itálica José Manuel Rodríguez Hidalgo y Fernando Amores, entre otras figuras relacionadas con la investigación y conservación del yacimiento italicense.
La idea, así, es centrar el desarrollo de estas jornadas en el valor universal excepcional de Itálica como gran exponente de la arquitectura y el urbanismo en la etapa del emperador Adriano, con raíces familiares en dicho asentamiento; valorar el informe técnico sobre la propuesta de candidatura, proponer a la Junta de Andalucía, como titular del enclave, «una colaboración estrecha» con Civisur en el impulso de esta candidatura y reflexionar sobre el modelo de gestión del conjunto arqueológico.
Ello, en un marco en el que hace pocos días se cumplían seis años del relanzamiento de la candidatura y en 2022 fue entregado a la Dirección General de Bellas Artes el expediente de defensa de la candidatura o formulario de inscripción, un documento de 481 páginas y 477 fotografías y planos dividido en nueve capítulos, merced a la reglamentación de la Unesco para estos procedimientos.
Tras la entrega de dicho documento en 2022, correspondía que un experto externo al Ministerio de Cultura evaluase el mismo; toda vez que será el Consejo de Patrimonio Histórico del Ministerio de Cultura, órgano de colaboración en esta materia entre la Administración del Estado y las comunidades autónomas, el organismo que adopte la decisión sobre si elevar o no la candidatura de Itálica al Comité de Patrimonio Mundial de la Unesco, que celebra una sesión anual para abordar nuevas propuestas y revisar declaraciones de Patrimonio Mundial ya vigentes, entre otros aspectos.
El asentamiento romano de Itálica fue fundado por Publio Cornelio Escipión ‘El Africano’ allá por el año 206 antes de la era actual, toda vez que las ruinas de la antigua ciudad, especialmente conocidas por su espectacular anfiteatro, fueron declaradas monumento nacional en 1912.
La propuesta de candidatura de Itálica a la declaración de Patrimonio Mundial nació en 2014 de la mano de la Fundación Itálica de Estudios Clásicos, compuesta por muchos de los miembros del actual consejo asesor de la vigente candidatura –la propia Concha Cobreros era la vicepresidenta–; y se fundamentaba especialmente en el papel de este asentamiento como «ensayo» del proyecto político de la antigua Roma, al tratarse de la primera ciudad creada por Roma fuera de la Península Itálica, siendo además «la cuna de los emperadores Trajano y Adriano».
Tras ser frenada durante un tiempo, la candidatura fue recuperada y en junio de 2017, la asociación ciudadana Civisur formalizaba el lanzamiento oficial de la candidatura, bautizada como ‘Itálica, una ciudad adrianea’, para esgrimir cómo el enclave refleja la arquitectura y el urbanismo promovidos durante la etapa del emperador Adriano, cuya familia tuvo origen en dicha ciudad.
Durante la etapa de Adriano, recordémoslo, Itálica fue reconocida con el rango de colonia y fueron impulsadas las obras de construcción de su expansión urbanística, la denominada como «nova urbs», que conforma el grueso del actual conjunto arqueológico visitable.
