La plataforma de Sevilla contraria a la inmatriculación de bienes acometida a su favor por la Iglesia Católica entre 1998 y 2015 y la asociación Ben Baso han avisado de que la resolución de la Oficina del Defensor del Pueblo Andaluz, sobre su queja por las obras promovidas por el Cabildo de la Catedral en la Nave del Lagarto para la nueva tienda librería del mismo, refleja los «distintos raseros» de la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico, «a la hora de autorizar o denegar intervenciones en determinados bienes de interés cultural».
En su escrito de queja, estos colectivos recuerdan que en 2019, la Oficina del Defensor del Pueblo Andaluz emitió ya una resolución solicitando a la Junta de Andalucía «disponer las medidas de elaboración, discusión y aprobación de un Plan Director de la Catedral, como instrumento de ordenación y gestión que permita la adecuada definición de la funcionalidad de este elemento histórico artístico de primer orden, junto a una dimensión religiosa y espiritual».
Al respecto, señalan que a día de hoy no hay «noticias» sobre la «actualización, revisión o nueva redacción» del «plan director» solicitado respecto a la Catedral de Sevilla, alertando de que «con base a un supuesto» documento de tal naturaleza, el Cabildo Catedralicio había emprendido «la ampliación de la tienda» del templo en la galería este de la Nave del Lagarto del Patio de los Naranjos, una actuación avalada por la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico, dependiente de la Consejería de Turismo y Cultura, pero que según los colectivos «agrava» la situación de dicho patio.
Según las entidades, la nueva tienda promovida en la Nave del Lagarto del Patio de los Naranjos «duplica prácticamente la superficie mercantil, ocupando casi el total de la galería este y dificultando sobremanera el paso de las personas», toda vez que estos colectivos vienen reclamando que el Patio de los Narajos recupere su antigua función de espacio de pleno acceso público, frente a la «privatización» acometida por el Cabildo Catedralicio.
Al respecto, y en una resolución emitida el pasado 31 de mayo, la Oficina del Defensor del Pueblo Andaluz, dirigida por Jesús Maeztu, aborda los informes emitidos al respecto por la Comisión Provincial de Patrimonio Histórico, exponiendo que «los aspectos destacados en el análisis técnico que se realiza en el seno de la Comisión vienen a compartir análogas reservas o disconformidades expresadas en la queja»; mencionando que «se alude a la imagen de transitoriedad del prefabricado de la tienda y la descontextualización de semejante elemento con el espacio monumental».
Tras ser autorizado el proyecto, la Oficina del Defensor del Pueblo Andaluz indica en su resolución que «ciertamente, destaca en este caso la tolerante capacidad interpretativa de la Comisión de Patrimonio para soslayar el impacto de semejante artilugio frente a los valores contemplativos de tan exclusivo entorno monumental, su perdulabilidad en el tiempo, e incluso la propia aceptación de compatibilizar la presencia de una caseta de recuerditos en el corazón de la Iglesia Catedral de Sevilla»; en un contexto en el que «el diseño de unos toldos o alguna cartelería han provocado respuestas de mayor rigor desde este organismo».
Ante ello, los colectivos promotores de la queja han manifestado que la resolución de la Oficina del Defensor del Pueblo Andaluz recoge «la mayor parte» de sus argumentos, pues por ejemplo «reconoce que la nueva superficie comercial duplica la superficie del establecimiento anterior y recomienda su disminución».
Especialmente, avisan de que la resolución refleja que «se observan distintos raseros a la hora de autorizar o denegar intervenciones en determinados BIC por parte de la Comisión Provincial de Patrimonio».
«Mientras que una simple cartelería o elementos de sombra en calles y comercios llaman poderosamente la atención de la Comisión, la instalación de una enorme tienda de recuerdos en la única galería original que resta de la antigua mezquita aljama es autorizada a pesar de las advertencias de los técnicos y no se ofrece una respuesta radical al problema planteado en el fondo, la ausencia de una plan director de uso y gestión que organice flujos turísticos, obras, espacios comerciales, etc», explican los conservacionistas.
Al hilo, señalan que la propia resolución de Maeztu «recuerda la recomendación que se remitió a la Consejería de Turismo, Cultura y Deportes el pasado 30 de diciembre de 2022, en el sentido de disponer de las medidas de elaboración, discusión y aprobación de un marco común para dotar a las catedrales de Andalucía con sus respectivos planes directores».