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Condenada Cristina Honorato por coacciones y daños a una carpa de Vox y absuelta Paqui Maqueda

El Juzgado de Instrucción número nueve de Sevilla ha impuesto una multa de 720 euros a Cristina Honorato, exedil de Participa en el Ayuntamiento hispalense, por su implicación en un altercado ocurrido en la Plaza del Pumarejo. La exconcejala ha sido condenada por sendos delitos leves de coacciones y de daños después de que ella y un grupo de personas no identificadas impidieran por la fuerza una sesión informativa organizada por Vox, derribando la carpa que habían instalado en el lugar.

La sentencia, emitida el pasado 6 de marzo, señala que Cristina Honorato irrumpió de forma abrupta en el espacio donde se había instalado la carpa de Vox con las preceptivas autorizaciones administrativas. Según la instancia judicial, la exedil se dirigió a las personas a cargo del evento en términos intimidatorios, conminándolas a abandonar el lugar inmediatamente y profiriendo expresiones que incitaban al odio y a la discriminación de los organizadores. Tras esto, ejerció fuerza sobre la estructura de la carpa hasta que se rompió y quedó desmantelada, llevándose consigo la lona que la cubría y evitando, así, el desarrollo de la actividad, promovida por Vox.

La sentencia, reportada por el Diario de Sevilla, indica que se utilizó un vídeo como prueba para la condena, el cual muestra a «al menos cuatro personas golpeando la estructura de la carpa con brazos y piernas hasta que se rompe, actuando bajo la coordinación y órdenes de la denunciada». También se utilizó otro vídeo que muestra a Honorato «increpando a los organizadores del evento y tratando de incitar a la confrontación con personas ajenas al conflicto que se encontraban en el lugar».

Según la sentencia, Honorato y sus acompañantes lograron su objetivo de impedir la actividad legítima, y esto se demostró a través de los comentarios generados en plataformas afines a la denunciada en la red.

En cuanto a Paqui Maqueda, quien también fue denunciada por Vox por los mismos hechos, la sentencia indica que no se pudo probar que fuera ella la mujer vestida con un chaquetón rosa en el vídeo, increpando a las personas de Vox y alentando los actos vandálicos. Su defensa presentó evidencia que demostró que estaba en otra ciudad en la fecha de los hechos, incluyendo pasajes de avión de ida y vuelta a Pontevedra los días 25 y 28 de noviembre de 2021, así como una declaración testifical contundente.

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