La Dirección General de Consumo de la Junta de Andalucía recomienda, ante el aumento de incendios ocasionados por calentadores, revisar el sistema eléctrico de estos aparatos, evitar elementos que los cubran directamente y hacer un uso responsable de los mismos.
En esta línea, Consumo apunta a través de un comunicado la importancia de evitar el contacto con prendas textiles como mantas, ropas de camilla o cortinas. Además, resalta que es adecuado ventilar el espacio en el que el dispositivo se encuentra y mantener limpio el brasero para evitar cualquier obstrucción o acumulación de residuos en el mismo, no dejarlo encendido durante el sueño y apagarlo siempre que no se esté utilizando y no se encuentren personas en la estancia.
Desde la Junta advierten que, al adquirir este tipo de producto, es importante prestar atención a que lleve el marcado CE, que informa que el artículo cumple con las normas de seguridad para ser comercializado.
Además, es «fundamental» no sobrecargar el aparato, y hacer un uso correcto de las regletas alargadoras cuidando de que al adquirirlas también tengan el marcado CE y que no se conecten a ella aparatos que superen la potencia para la que han sido fabricadas pues si no es así se puede también provocar un cortocircuito que inicie un fuego.
La Dirección General de Consumo aboga por ser cuidadosos con las estufas catalíticas que consumen oxígeno y pueden provocar situaciones de asfixia cuando no hay buena combustión y señala que también se debe prestar atención a los calefactores de aire eléctricos que presentan un sistema de resistencia sobre el que puede caer cualquier objeto inflamable.
Por otra parte, es recomendable la instalación en las viviendas e inmuebles de detectores de humo que avisan en caso de incendio, ya que este dispositivo detecta la concentración de humo y da un tiempo «muy valioso» para evitar intoxicaciones por la inhalación de gases.
RED DE ALERTA DE PRODUCTOS INDUSTRIALES
Existe un sistema de alerta de productos de consumo al que se comunican todos los productos de los que se conoce el riesgo por parte de la administración. La Red de Alerta funciona, en primer lugar, cuando recibe un aviso, detectando si un artículo puede resultar inseguro. En ese momento, se lleva a cabo la revisión de la documentación y un análisis para confirmar si ese aparato cumple con la normativa de seguridad, recogida en el Real Decreto 1801/2003, de 26 de diciembre. Seguidamente, si se confirma que el producto no es seguro, se notifica y se procede a su retirada del mercado.
De acuerdo con la información que consta en el sistema nacional de alertas, desde el 1 de enero de 2018 a febrero 2023 se han realizado 550 actuaciones inspectoras sobre productos del tipo braseros eléctricos, estufas, termoventiladores, entre otros.
Además, en dicho período se ha procedido a la toma de muestras de productos, para su ensayo en laboratorio. Entre ellos hubo ensayos con calefactores cerámicos, termoventiladores, radiadores de aceite, estufas de cuarzo, calefactores ventiladores o braseros eléctricos, todos de diferentes marcas comerciales.
Estas actuaciones de búsqueda y control de productos en Red de Alerta son continuas por parte del personal de la Consejería de Salud y Consumo a través de su Dirección General de Consumo, con especial énfasis en los momentos de mayor venta de los aparatos.