La Sierra Sur sevillana acoge a Coripe, un pequeño municipio concentrado en un paisaje de tierras de labor dedicadas al cultivo de cereales, herbáceos y olivos. Coripe llega a Fitur para transmitir, según su alcalde, su verdadera esencia.
«Para un pueblo pequeño, de 1.500 habitantes, es mucho lo que puede suponer ponerse en un escaparate de esta magnitud, que llega a lo internacional», nos cuenta José Godino, el alcalde de la localidad. Godino asegura que Coripe merece ser reconocido y tener un hueco en tal evento.
«Nuestro pueblo hay que defenderlo y creo que merece la pena que esté aquí representando un maravilla, como es Coripe», comenta con orgullo. Un fin de semana bastaría para enamorarse, según explica: «Tenemos una buena gastronomía, la posibilidad de hacer una visita por nuestro pueblo, pero sobre todo destaco su naturaleza. Nuestro entorno. Cualquier día es propicio para descubrir la maravilla de Coripe».
«Yo creo que Coripe, en definitiva, es la gran desconocida de Sevilla. Tenemos muchas cosas que ofrecer y el sevillano tiene que conocer nuestro pueblo», apunta Godino. Reconoce que muchos sevillanos apenas conocen el municipio, por ello ha animado a la provincia a que la conozcan para hacerlo llegar al mundo.
Historia
Sus orígenes se remontan al siglo VI a. C. cuando los túrdulos fundaron al antigua Iripo que luego los romanos llamarían Corippo, de donde deriva su nombre actual. Durante el periodo de Al-Andalus fue durante mucho tiempo zona fronteriza entre el reino de Granada y los reinos cristianos. De esta época han quedado los cimientos de una torre defensiva.
Tras la conquista cristiana pasó a depender de Morón de la Frontera. A mediados del siglo XVIII surge el actual Coripe, un poco más al sur que el primitivo. A finales del siglo pasado se independiza y puede constituir su propio ayuntamiento. A mediados del siglo XIX se proyecta la construcción de una línea de ferrocarril para unir Jerez de la Frontera con Almargen.
Con Primo de Rivera, por razones militares se impulsa la realización del proyecto que con la llegada de la Guerra Civil se paraliza y queda abandonado definitivamente durante la dictadura del General Franco.