Antonio y Pilar, una pareja de octogenarios, han sido desahuciados de su vivienda de la calle Fray Isidoro, situada en el barrio de la Macarena, a primera hora de la mañana de este lunes, tal como confirman fuentes de la Asociación Pro-Derechos Humanos de Andalucía, que han criticado las formas con las que se ha llevado a cabo este procedimiento, que ya fue paralizado el pasado 24 de febrero gracias a la presión vecinal.
«Puede que sea legal, puesto que ya hubo un señalamiento previo con fecha y hora, pero no son las formas, Debe haber un respeto humano y no es necesario un ensañamiento, con violencia verbal y una actitud agresiva», añaden desde la citada entidad social.
Desde la Apdha también lamentan que no les hayan permitido «sacar sus cosas de la casa» por la celeridad con lo que se ha llevado a cabo la acción. «Hemos contactado con la unidad municipal de emergencias sociales y exclusión social (Umies) pero hasta el momento ha sido imposible negociar con la procuradora y los representantes del banco para que puedan regresar al domicilio y recoger sus pertinencias».
En este sentido, agentes de la Policía se han personado en la vivienda del matrimonio con una orden de desahucio, «según nos ha informado su hijo –que vivía en el domicilio de sus padres–, sin previo avisio ni notificación, acompañados de un cerrajero».
El pasado 24 de febrero ya hubo un intento de desahucio, si bien, la concentración de unas 80 personas junto al portal de vivienda, tras una convocatoria de vecinos y entidades sociales, propició que se paralizara, al menos, de momento. «El día anterior, Antonio tuvo que ir al hospital, por un ataque de ansiedad y riesgo de ictus, y aun así, pidió el alta voluntaria por el temor de que se realizara el desahucio y él no estuviera en su domicilio», destacan desde la Apdha.
De su lado, la concejal no adscrita en el Ayuntamiento de Sevilla, Sandra Heredia, ha avisado del «precedente peligroso» que se ha creado con este desahucio, «puesto que se ha ejecutado sin previo aviso y ya se han visto fuera de su hogar; de hecho, ya han puesto el cartel de ‘Se vende’ en la vivienda».
