La Policía Nacional y la Guardia Civil han detenido a cuatro personas e investigado a otras tres, por la supuesta comisión de delitos de robo con fuerza continuado, tenencia ilícita de armas de fuego, pertenencia a grupo criminal, receptación y delito contra la salud pública; por su presunta participación en una red criminal a la cual se le atribuyen un total de 17 robos con fuerza en viviendas, establecimientos públicos y naves, donde se hicieron con más de 57.000 vapeadores, jamones y armas.
La operación fue iniciada el pasado año 2023 por agentes especializados en la investigación de delitos patrimoniales de ambos cuerpos, cuando tuvieron conocimiento de un aumento significativo, tanto en número como en sofisticación y especialización, de este tipo de robos.
Este grupo criminal, cuya especialización delictiva iba enfocada a los robos con fuerza en domicilios, naves industriales y robos de armas de fuego a las que daban salida en el mercado negro, tenían especial interés en la sustracción de cigarrillos electrónicos o vapeadores a gran escala.
El modus operandi de los presuntos autores consistía en sustraer previamente vehículos de gran cilindrada, dejarlos estacionados durante un tiempo en la vía pública y una vez comprobaban que estos no habían sido recuperados por sus legítimos dueños, los utilizaban o bien para cometer los robos, o bien los ofrecían a otras bandas criminales como medio de pago o para la comisión de otros delitos.
Los investigadores especializados en este tipo de delitos, establecieron desde un primer momento la estrecha relación entre el robo de los vehículos de gran cilindrada y los asaltos producidos en las viviendas, establecimientos y naves industriales.
En el caso de las naves asaltadas, los ahora detenidos llegaron a repetir los robos hasta en tres ocasiones, logrando un botín de más de 57.000 cigarrillos electrónicos que eran distribuidos en diferentes localidades a través de particulares, restaurantes o comercios ambulantes en diferentes mercadillos de la provincia, todo ello con un valor de más de 500.000 euros.
Finalmente, los agentes detuvieron a cuatro personas, desmantelando por completo esta banda de aluniceros y llevando a cabo cinco registros domiciliarios en los que se intervinieron 5 armas de fuego, munición de diferente calibre, un chaleco antibalas, 3 vehículos, 2 plantaciones de marihuana, gran cantidad de cajas de aceite de oliva, 2 motocicletas, un extractor de bombines, todo tipo de herramientas específicas para la comisión de delitos, además de más de 100 piezas ibéricas de gran calidad entre jamones y cañas de lomo, todo ello sumado a los más de 57.000 cigarrillos electrónicos.
Finalizadas las diligencias policiales, todos los detenidos fueron puestos a disposición de la Autoridad Judicial, que decretó el ingreso en prisión de dos de los principales cabecillas de este entramado criminal.