El Arzobispado de Sevilla ha agradecido este viernes al pueblo de La Campana (Sevilla) el «cariño» mostrado hacia el que ha sido hasta este pasado jueves el cura de la Parroquia de Santa María la Blanca, Miguel Morilla, y ha deseado «la misma acogida» al nuevo responsable, José Luis López Reyes.
Fuentes del Arzobispado han explicado que «todos los años» se hacen cambios dentro de la Diócesis siguiéndose dos criterios: o por petición personal del sacerdote o por cuestión de organización eclesiástica. Todos esos cambios, han subrayado las mismas fuentes, «se comunican y dialogan con los interesados».
«Entendemos que cueste el cambio a la feligresía», han sostenido desde el Arzobispado, recordando que el sacerdote desde que se ordena sabe de su obligación de estar siempre «disponible» para las necesidades de la Iglesia.
Algo más de un millar de vecinos de La Campana (Sevilla) han protagonizado en las últimas horas una concentración en la Plaza de Andalucía del municipio y están recogiendo firmas para «intentar que no se vaya» el cura de la Parroquia Santa María la Blanca.
El alcalde de La Campana, Manuel Fernández, reconocía que este cambio ha sentado en el pueblo «como un jarro de agua fría, la verdad». «No entendemos cuáles son los motivos. No nos cuadra», ha asegurado, manifestando que el párroco «se había integrado perfectamente» en este pueblo de la campiña.
Fernández ha relatado que «la parroquia la tenía activa, llena de gente». «Nadie quiere que se vaya. Es duro», ha reconocido el regidor de este municipio con poco más de 5.000 habitantes. El regidor ha calificado la labor del sacerdote Miguel Morilla de «magnífica», ya que se «ha involucrado en los problemas del pueblo».
«Don Miguel se considera un campanero más», ha señalado el alcalde, que ha apuntado que el cura ha sido desde pregonero de la Semana Santa –la de este, en concreto– hasta costalero en varias hermandades. «Es una persona amable y ha sintonizado con todo el pueblo», ha remarcado.
Si «finalmente» se va, el pueblo le rendirá una «despedida a la altura», ha adelantado Manuel Fernández, que ha agradecido al sacerdote su mediación para lograr que el Arzobispado cediera al pueblo la iglesia del convento de San Sebastián con la condición de que el Ayuntamiento se hiciera cargo de su restauración.