Este osario-memorial se compone de tres líneas de columbarios que se adaptan a los límites de la fosa común. Recientemente, se ha llevado a cabo su inauguración en un acto al que han asistido el Consejo Municipal de Memoria Democrática, entidades memorialistas y familiares.
Durante la ceremonia, Juan Tomás de Aragón ha reiterado el compromiso del alcalde de Sevilla, Antonio Muñoz, de continuar con los trabajos de exhumación de las fosas comunes existentes en este camposanto. La próxima fosa común a intervenir será la del Monumento.
El Ayuntamiento de Sevilla, a través de la Oficina de la Memoria Histórica, adscrita al Área de Participación Ciudadana, Coordinación de Distritos y Modernización Digital, ha concluido los trabajos de inhumación de los restos de las 1.786 personas que fueron víctimas de la represión durante la guerra civil y el franquismo. Los restos se encontraban en la fosa común de Pico Reja del Cementerio de San Fernando. Se ha construido un osario-memorial justo sobre la superficie de la fosa donde se conservarán los restos de manera digna, adecuada y clasificada, hasta que se realice el cotejo de ADN extraído de los restos y las muestras biológicas de familiares, quienes decidirán el destino de los mismos.
El acto de inauguración del osario-memorial fue presidido por el delegado del ramo, Juan Tomás de Aragón, quien asistió a las últimas inhumaciones de los restos de las personas que los antropólogos de la empresa adjudicataria de los trabajos de exhumación de Pico Reja determinaron científicamente que habían sido represaliadas. Durante tres años, el Ayuntamiento y los especialistas de Aranzadi realizaron una labor rigurosa para proceder a la exhumación, rastrear las evidencias de represión, clasificar los restos, extraer su ADN y custodiarlos hasta el momento en que exista coincidencia con las pruebas biológicas de los familiares. Esto cumple los compromisos del Ayuntamiento con la Memoria Democrática, las entidades memorialistas y los familiares, y hace justicia con quienes fueron arrojados a una fosa común.
El osario-memorial se distribuye en tres líneas de columbarios construidos en bloques de hormigón armado conformando una plaza triangular, al igual que los límites de la fosa común de Pico Reja, con un acceso a pasillos situados en cada uno de los ángulos. La plaza estará aislada, de forma que se genera un espacio de recogimiento para todas aquellas personas que se acerquen a esta zona del Cementerio de San Fernando. El osario-memorial mantiene la idea triangular de un pico, un pico de tres aristas y tres entradas fundado sobre tres pilares: verdad, justicia y reparación. Además, contará con un árbol de la memoria, un ciprés, en medio.
Una vez exhumados los cuerpos de las personas represaliadas, los técnicos de Aranzadi seleccionaron muestras de unos diez centímetros de los huesos mayores del esqueleto apendicular en mejor estado y los introdujeron en sobres de papel sellados, lacrados e identificados con una serie de números y letras correspondientes con los datos de exhumación de cada cuerpo. Conforme vayan surgiendo correspondencias efectivas entre el ADN de los restos óseos del represaliado y la muestra biológica tomada al familiar, la administración competente trasladará el resultado de forma privada a la familia, abriéndose entonces otro procedimiento para la entrega del cuerpo en caso de identificación.