Tras iniciar en agosto la retirada de los separadores de los carriles reservados a autobuses y taxis, el Ayuntamiento de Sevilla, gobernado por el popular José Luis Sanz, ha comenzado la madrugada de este martes a instalar señalización horizontal y vertical para reflejar el papel de tales vías «preferentes» para el transporte público, donde no está permitido el tráfico de vehículos privados excepto motos y vehículos 100 por ciento eléctricos. NOTICIAS SEVILLA
Para el desmantelamiento de los mencionados separadores, instalados en 2021 para impedir las denunciadas invasiones del tráfico privado en los carriles reservados al transporte público, el Gobierno local del PP esgrimía el número de accidentes derivados de conductores que colisionaban contra estos elementos fijos, toda vez que la decisión se suprimirlos fue criticada por taxistas y por el comité de empresa de la empresa municipal de autobuses.
El concejal popular de Movilidad, José Lugo, ha manifestado al respecto que la instalación de dichos separadores por parte del anterior Gobierno local del PSOE fue «una medida muy controvertida», señalando los «numerosos accidentes» causados por los conductores que al no respetar la disciplina de carril colisionaron contra estos elementos. La medida, según ha asegurado, «no garantizó la seguridad vial de los usuarios y tampoco gustaba a los conductores de taxi y Tussam», toda vez que el comité de empresa de Tussam y Élite Taxi se opusieron a la decisión del PP de retirar los separadores.
NUEVO MODELO
En cualquier caso, el concejal ha asegurado que «la instalación de estas barreras, lejos de servir a la seguridad vial estaban provocando más daño que beneficios, por lo que al inicio del presente mandato se decidió su retirada y su sustitución por una nueva señalización horizontal y vertical que separe el carril sin suponer un riesgo para nadie».
Lugo ha explicado que como alternativa a tales elementos retirados hace más de tres meses, el Gobierno local ha comenzado este martes la implantación de un nuevo sistema de señalización que excluye el tránsito por estos carriles de los vehículos privados (excepto motos y vehículos 100% eléctricos) y que prohíbe las paradas y estacionamientos, circunstancia que disminuye de forma sustancial la fluidez del transporte público.
Se trata de una señalización horizontal de 2.425 metros lineales de carril bus-taxi, consistente en marcas viales de color rojo en el lateral izquierdo del carril en el sentido de la marcha. En la parte derecha, se implantará una línea longitudinal continua de borde de calzada del mismo color rojo. Además, se repintará en el mismo color blanco existente la simbología propia del carril reservado bus-taxi.
MARCAS REFLECTANTES
Sobre la pintura que conformará dichas líneas rojas se aplicará un suplemento de microesferas de vidrio que aportarán poder reflectante a las marcas viales y que mejorarán la visibilidad nocturna de las mismas por parte de los conductores y peatones.
Al inicio de cada tramo se colocará señalización vertical informativa específica para estos carriles, en concreto un cartel con fondo rojo reflectante y la leyenda «carril exclusivo».