Uno de los problemas que se pretende abordar de cara a la Semana Santa de 2024 es el de la proliferación de sillas portátiles, que este año se han multiplicado pese a que su uso está prohibido en numerosos puntos.
Han sido muchas las personas que han optado por ver la Semana Santa de esta manera tan estática, generando importantes molestias y problemas de seguridad.
El Ayuntamiento, a través de la Policía Local, no ha realizado este año una labor disuasoria necesaria para evitar problemas, pero ya anuncia que de cara al próximo año se tomarán medidas, sobre todo, para garantizar la seguridad. Lo hará junto al Consejo. En 2024 habrá sillas portátiles, es algo que no se puede evitar en su totalidad, pero se impedirá que se sitúen en cruces y zonas sensibles.
El alcalde, Antonio Muñoz, ha reconocido que el de las sillas es un tema que habrá que analizar en profundidad en las próximas semanas, sobre todo cuando su uso ha afectado a cruces en los que las señales las prohibían, aunque ha destacado que lo importante es que no ha habido ningún incidente.
Muñoz ha añadido que el trabajo de las últimas Semanas Santas se ha centrado en otros aspectos, pero se ha mostrado firme en solucionar ahora este, que tanto debate y bronca ha generado en las redes: «En años anteriores el problema fue la seguridad, la falta de aseos o la falta de negocios abiertos. Esto lo hemos superado esta Semana Santa. Y eran temas prioritarios. Abordaremos en el futuro el asunto de las sillitas, pero siempre priorizando los cruces peligrosos y la seguridad. Es un debate que lleva años en la ciudad y que abordaremos con el Consejo».
Precisamente, el presidente del Consejo, Francisco Vélez, afirmaba el pasado Domingo que había que ejercer control sobre las sillas para evitar problemas. Vélez aseguró que tenía algunas ideas para llevar a la práctica que pondría en común con el Ayuntamiento para su posible aplicación.
