Los de Manuel Pellegrini volvieron a sacar rédito en el tiempo de prolongación en el duelo ante el Celta, al igual que ante el Celje donde Juanmi diera el triunfo en el último suspiro, esta vez se salvó un punto ante los vigueses en un encuentro donde los verdiblancos comandaron pero tuvieron que conformarse con no perder como premio final. El Betis se acostumbra al ‘factor descuento’
Nota para el futuro: No se puede ir nadie del Benito Villamarín hasta el pitido final del árbitro. Al menos si no quiere perderse algo. Segundo partido consecutivo que más de uno se lleva una alegría en los alrededores del coliseo verdiblanco y pasa del cabreo a la alegría cuando ya lo creía imposible.
En el último partido antes de un nuevo descanso, un triunfo hubiera sido ponerle un notable alto, quizá casi sobresaliente, a este tramo de campeonato entre parón y parón internacional. Significaría estar quinto en la clasificación y, de pinchar el Villarreal, muy cerca de los puestos ‘Champions’. Pero eso es fútbol ficción y enfrente estaba un Celta que no es, ni mucho menos, un equipo fácil este curso. Con Iago Aspas siempre como estandarte y con mucha pólvora arriba, cuando los de Giráldez están enchufados ponen en aprietos a cualquiera con un buen fútbol. El Betis controló a los vigueses en la mayoría del encuentro con solvencia generando ocasiones, y eso dice mucho del equipo en esta mejora que ha experimentado desde la derrota en el Derbi y sin su mejor hombre hasta ese momento, Lo Celso.
Sin embargo, no hay que obviar también las carencias en el equipo que impidieron dedicarle una nueva victoria liguera a su parroquía en el Villamarín. Hay desconexiones que cuestan goles y, sobre todo, una falta de acierto de cara a portería que impide aprovechar la producción ofensiva que sí tienen los béticos. El balance del partido es que hay más factores para estar contentos que para lamentarse. Unos centrales que aportan atrás y delante, Bartra volvió a poner el corazón en un cabezazo para evitar la derrota, un Cardoso que gana peso y un Fornals que, sin estar a su máximo nivel, sostiene y llega cada vez más al área contraria. Con Abde y Vitor Roque respondiendo como principales estiletes, a pesar de que el marroquí sigue con su lastre de perdonar en su punto débil, el acierto de cara a gol. Eso lo maquilló su compañero brasileño con su tanto. ‘Tigrinho’ va a más y, de seguir así, puede ser un factor clave en el Real Betis Balompié de este curso.
Junto con un hombre que regresaba ayer y al que, precisamente el buen hacer del equipo en este intervalo de partidos, ha posibilitado no echar tanto de menos. Firmar un invicto en una racha de siete partidos en la que te enfrentas a tres rivales que te superan en la clasificación (Atleti, Osasuna y Athletic) y ante uno que te perseguía muy de cerca (Celta), sin tu mejor futbolista, no puede ser otra cosa que positivo. Con cosas a mejorar, por supuesto, pero teniendo en cuenta que Gio Lo Celso apareció ante los vigueses al 30%, y en media hora puso un pase extraordinario que generó una clara ocasión en el descuento, además de ser el asistente en el 2-2 definitivo, evidencia que es un jugador decisivo cuya ausencia es muy difícil de maquillar. Y los de Pellegrini lo han conseguido. El Betis se acostumbra al ‘factor descuento’
