La Audiencia de Sevilla ha iniciado hoy el juicio con jurado popular contra el exdirector de la Fundación Andaluza Fondo de Formación y Empleo (Faffe), Fernando Villén, y la exdirectora económica financiera de la entidad, Ana Valls. Ambos están acusados de realizar pagos en clubes de alterne utilizando tarjetas bancarias de la Faffe, una entidad pública perteneciente a la Junta de Andalucía.
En la primera sesión del juicio, Fernando Villén compareció como acusado. La Fiscalía Anticorrupción solicita una condena de seis años de prisión por un presunto delito continuado de malversación de caudales públicos, en concurso con un delito continuado de falsedad en documento oficial cometido por funcionario público.
Fernando Villén admitió, en respuesta a preguntas del fiscal, haber hecho un «uso indebido» de la tarjeta de la Faffe y expresó su «arrepentimiento» por utilizarla para pagar gastos en locales de alterne en Sevilla y Cádiz. Alegó que esto ocurrió en «diez ocasiones» durante los más de 2.700 días en los que estuvo al frente de la Faffe. Además, afirmó que el consumo de alcohol en estos locales afectaba a sus facultades.
Según Villén, realizó estos pagos para evitar «alarmar» a su familia y evitar «una situación complicada en casa». Sin embargo, afirmó que en todo momento fue consciente de que debía reponer el dinero utilizado de forma indebida con la tarjeta de la Faffe y aseguró haberlo hecho siempre. Alegó que los gastos pagados en prostíbulos con la tarjeta de la Faffe eran compensados por ingresos que él mismo aportaba para cubrir esos fondos, utilizando su propio dinero. Según afirmó, entregaba el dinero a Ana Valls, la directora financiera de la entidad, para que se realizara la reposición, aunque desconocía por qué no se registraban recibos de esas entregas. Manifestó su total confianza en la rigurosidad de Ana Valls.
El fiscal también le preguntó sobre una suma de 14.737 euros entregada en efectivo al responsable de un club de alterne en Sevilla llamado Don Ángelo. Villén reconoció que, tras realizar 15 pagos con la tarjeta de la Faffe en ese lugar durante la noche del 22 al 23 de marzo de 2010, se detectó una incidencia en la Administración debido al límite inicial de la tarjeta, que era de «3.000 euros» por día. Ante esta situación, afirmó que resolvió el problema pagando en efectivo y solicitando un préstamo a un amigo con «buenas finanzas». Con ese dinero en efectivo, lo entregó a su chófer oficial de la Faffe para que pagara al propietario del local y así restituir el cargo inicialmente realizado con la tarjeta. Según él, era una solución ante el límite de 3.000 euros de la tarjeta.
