La Audiencia de Sevilla ha comenzado este lunes el juicio con jurado popular promovido contra un teniente de la Guardia Civil acusado de presuntos delitos de revelación de secretos, cohecho, tráfico de drogas y hurto, por los cuales la Fiscalía le reclama 14 años y cuatro meses de prisión, sesión en la cual el inculpado ha negado los cargos, asegurando que «nunca» ha cobrado dinero de narcotraficantes a cambio de información policial. Al respecto, Raúl P.M. ha alegado que colaboraba con un agente que dirigía la unidad de drogas, que el mismo le instigó a «infiltrarse» entre los delincuentes y que «cumplía» órdenes de dicho mando, que resultó ser «un corrupto» que le condujo al «derrotero» por el cual está acusado. guardia civil narcotráfico
El guardia civil acusado de narcotráfico lo niega y culpa a un mando «corrupto»: «Sabía demasiado»
Así, a la hora de declarar como acusado, Raúl M.P. ha insistido una y otra vez, primero a preguntas del fiscal y después en respuesta a su abogada defensora, que «nunca» ha «cogido dinero» a cambio de revelar información cosechada de los archivos policiales, exponiendo que los agentes consultan «a diario» los mismos para su labor y eso «no es delito».
Además, ha alegado que por su papel como oficial de una unidad de seguridad ciudadana dedicada a «prestar apoyo» a otras unidades especializadas, la información de los archivos que él podía consultar no era «relevante» para el mundo del narcotráfico, agregando que quien sí manejaba «información golosa» era el agente encubierto de este caso, a quien según la Fiscalía intentó captar para que «colaborara con él de forma activa, fundamentalmente coordinando policialmente en las bases de datos» de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado «a personas y entidades en el marco de alguna investigación policial, al objeto de saber si estaban siendo investigadas en relación con actividades por tráfico de drogas».
«COLABORABA» CON EL AGENTE ENCUBIERTO
Raúl M.P., sentado en el banquillo de los acusados junto con dos personas más encartadas por su presunta participación en los hechos, ha negado tal extremo y ha explicado que mientras los presuntos hechos se circunscriben a 2019 y 2020, él conocía al mencionado agente «desde 2009» y además de unirles una «relación de amistad», él «colaboraba» con este efectivo que escaló en la jerarquía de la Guardia Civil de Sevilla hasta acceder a la Policía Judicial y comandar la Unidad de Drogas.
Este agente, según sus palabras, no sólo era su «amigo», sino que además era su «referente profesional» porque constituía lo que él aspiraba a llegar a ser en la Guardia Civil. Este mando que comandaba la unidad de drogas de la Guardia Civil de Sevilla y en quien «confiaba totalmente», según su testimonio, fue quien le «decía» como actuar, asegurando que él «cumplía» las órdenes de este mando y que la información que proporcionó a determinadas personas del mundo de la droga fue porque se la «facilitó» esta persona precisamente para filtrarla al mundo del narco, dentro de su estrategia propia.
«SABÍA DEMASIADO»
Y es que según ha asegurado, este mando le dijo que tenía que infiltrarse en el mundo de los narcotraficante simulando ser un agente «corrupto», con lo que le ordenaba constantemente que «pidiese dinero» a los traficantes y a la vez le reclamaba efectivo a él. Según su relato, este mando de la Guardia Civil resultó ser un agente «corrupto», que ha precipitado su caída en desgracia porque él, fruto de su trabajo a sus órdenes de esta persona, «sabía demasiado».
Porque según ha alertado, durante dicha labor, habló «con muchísimos narcotraficantes» y manejó «tanta información sobre guardias o policías».