El Comité de Sequía de Aguas del Huesna, que abastece directamente a 18 municipios de la provincia de Sevilla con una población de alrededor de 250,000 habitantes, ha declarado el escenario de Alerta por Sequía en el sistema de abastecimiento derivado del embalse del Huesna, de acuerdo con el Plan Especial de Sequía de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG). Actualmente, el embalse del Huesna, principal fuente de abastecimiento del sistema, se encuentra al 35.4% de su capacidad, con un volumen de agua almacenada de 47.6 hectómetros cúbicos (hm3), lo que ha llevado a incurrir en la fase de Alerta al descender de los 48 hm3.
El vicepresidente del Consorcio del Huesna, José María Villalobos, ha subrayado que en esta fase de alerta no se prevén restricciones en el suministro, pero se hace un llamamiento a la ciudadanía, organismos, empresas y servicios municipales para que hagan un uso racional y responsable del agua, empleando este recurso limitado de manera eficiente para preservar las reservas actuales del embalse y evitar o retrasar al máximo la entrada en la fase de emergencia por sequía, que se activaría si las reservas almacenadas descienden a los 34 hm3.
El escenario de alerta es el segundo de los tres estados de sequía (Pre-Alerta, Alerta y Emergencia) y conlleva «recomendaciones y medidas» orientadas a mantener «consumos eficientes». Para el riego y cuidado de jardines, se plantea realizar riegos exclusivamente durante horas nocturnas, preferentemente entre las 21:00 y las 8:00, y utilizar sistemas de goteo o aspersión en lugar de riegos a manta. Además, el riego solo deberá realizarse un máximo de dos veces por semana, se sugiere evitar la plantación de especies que requieran riegos intensivos y limitar el uso de agua de la red general para riegos y baldeos.
En relación a las fuentes públicas ornamentales, se recomienda no llenarlas, salvo en el caso de estanques, fuentes o lagunas artificiales con fauna acuática, manteniendo el mínimo necesario de agua para preservar la vida de los animales. En cuanto a las piscinas municipales, solo deberán llenarse completamente o parcialmente aquellas con sistemas cerrados de depuración que utilicen el agua estrictamente necesaria para mantener su salubridad o realizar la limpieza de sus filtros.
En cuanto a la limpieza de calles y baldeos, se sugiere evitarla, salvo en casos de accidentes que requieran una limpieza inmediata por razones de salubridad o seguridad. Si se realiza la limpieza, se debe utilizar la cantidad mínima indispensable de agua a presión.
Villalobos ha destacado que la sequía no solo afecta al volumen de agua disponible en el embalse, sino también a su calidad, ya que al ser captada más cerca del fondo, su calidad empeora progresivamente. Aunque se ha ajustado el tratamiento de potabilización para adaptarse al agua bruta, se advierte que ciertas características organolépticas del agua tratada, como olor, color o sabor, pueden verse afectadas, aunque esto no representa ningún riesgo para la salud de los consumidores, ya que el agua suministrada cumple con todos los estándares de calidad y seguridad para el consumo.
