En el Sevilla Fútbol Club hay un nombre ahora mismo como principal prioridad, el de Chidera Ejuke, y no precisamente por su protagonismo en los próximos partidos, sino por saber hasta dónde llega su ausencia y qué camino se toma para la recuperación de su lesión de alto grado en los isquiotibiales de su muslo izquierdo.
Ahora mismo, no se descarta ningún escenario. Si habrá tratamiento conservador con el nigeriano o la gravedad de su problema muscular requiere y aconseja preferiblemente una intervención quirúrgica. Evidentemente, esta segunda opción conllevaría que el tiempo de baja se extienda, algo que, aunque en Nervión no quieran pronunciarse fijando exactamente, se estima en mínimo tres meses.
El varapalo fue muy duro para el club y el jugador. Estaba en su mejor momento, compartiendo estadísticas con la mayor promesa del fútbol mundial y uno de los jugadores más decisivos actualmente como Lamine Yamal. Ambos encabezan la lista de mayores regateadores de LaLiga, y en el Sevilla FC veían como la revalorización de un jugador en el que pocos creían cuando llegó libre en verano y con ese perfil tan propio crecía exponencialmente. Eso, y que para García Pimienta se había convertido en un factor diferencial cuando había comprendido, en las propias palabras del entrenador, su rol en el equipo.
Ahora, la entidad sevillista se da un margen para decidir qué camino tomar. El perfil del jugador y su personalidad invitan a pensar que aceptará de buen grado la decisión del club, mediante el consejo de los especialistas que han consultado y se consulten, sobre si es aconsejable una operación debido a la posible afectación del tendón. Estas consultas se llevarán a cabo en los próximos días antes de tomar una decisión definitiva que marcará los próximos meses del extremo, bien sea con un tratamiento consevador de recuperación o con un paso por el quirófano que podría tenerle inédito casi hasta el mes de marzo.
