El Puerto de Sevilla tiene previsto que las obras del nuevo Distrito Urbano Portuario, ubicado en el entorno de la avenida de Las Razas, comiencen en 2024, una vez que se apruebe definitivamente la modificación puntual del Plan General de Ordenación Urbanística (PGOU). El objetivo es convertir el Muelle de las Delicias en una atractiva «zona de paseo y disfrute», similar al Muelle de Nueva York, con establecimientos abiertos durante todo el día, no solo para celebraciones como bodas o comuniones.
Tras una reunión con el alcalde de la ciudad, José Luis Sanz, el presidente de la Autoridad Portuaria, Rafael Carmona, destacó en una entrevista con Europa Press que el proyecto del Distrito Portuario cuenta con un amplio proceso de participación y un consenso generalizado sobre su planificación. A pesar de que la ubicación y altura de las 700 viviendas previstas están siendo cuestionadas por algunos residentes cercanos a la calle Tarfia, Carmona defiende que esta oferta es atractiva y puede evitar que la gente abandone Sevilla.
El Distrito Urbano Portuario abarcará una extensión de 308.219 metros cuadrados para nuevas actividades económicas, excluyendo las viviendas, y 184.782 metros cuadrados de espacios libres y zonas verdes en forma de «parque lineal». También se ha planificado la ordenación de 17 hectáreas fuera del dominio portuario en la margen oriental de la avenida de Las Razas, con 98.000 metros cuadrados para usos terciarios y residenciales que incluyen las 700 viviendas, de hasta once plantas, y 79.326 metros cuadrados de espacios libres.
En la reordenación de las 40 hectáreas de suelo de dominio portuario, se plantea destinar la zona del muelle de Tablada a una nueva terminal de cruceros en el tercer tinglado, lo que evitará la necesidad de alzar el puente basculante de Las Delicias. Los otros tinglados portuarios formarán una «galería» cubierta con nuevos usos terciarios, como comercios, industria ligera y espacios de trabajo compartido y emprendimiento.
El plan también contempla la «nave encendida» en el extremo norte del sector, manteniendo el carácter arquitectónico de la nave, pero sin cubierta, para ser la «puerta de entrada» al nuevo distrito urbano portuario. También se propone un «muelle de honor» para que la ciudadanía pueda acercarse al río.
Además, se ha dedicado un muelle a las actividades deportivas en el quinto tinglado y se construirá un edificio de aparcamientos «en altura» con capacidad para 1.400 vehículos. En la zona residencial, se planea una gran «plaza de la exposición» como punto de entrada desde la zona urbana de Reina Mercedes al distrito urbano-portuario, donde también se proyecta un hotel de hasta diez plantas.
El proyecto también incluye la «reutilización» del antiguo puente basculante de hierro, instalado durante la exposición iberoamericana de 1929, con la apertura de su parcela para que haya agua bajo la infraestructura, junto con un «gran escenario comunicado» para albergar actuaciones. Esta es la propuesta para dar un nuevo uso a este emblemático puente.
