El consejero delegado de Emasesa, Jaime Palop y la directora de Relaciones Corporativas y Sostenibilidad de Heineken y presidenta de la Fundación Cruzcampo, Carmen Ponce, se han reunido en la fábrica de la cervecera en Sevilla para analizar la actual situación de sequía y «sentar las bases de posibles colaboraciones para paliarla».
Así lo ha comunicado la compañía en una nota de prensa, en la que ha subrayado su «predisposición a divulgar» entre la plantilla la campaña de Emasesa Objetivo 90 para «disminuir» el consumo doméstico de agua para alcanzar los 90 litros por persona y día. Para ello, ha ubicado material divulgativo en sus instalaciones, además de «estimular a su plantilla con prácticas que redundan en el ahorro de agua. Desde que arrancó esta campaña se ha logrado reducir el consumo en más de un 5%, pasando de los 116 litros por habitante y día a los 109 actuales.
En el plano industrial, Heineken es «una de las firmas más comprometidas con el ahorro y cuidado de las reservas hídricas en España y en el mundo». La cervecera se ha marcado como objetivo reducir más del 50% el consumo de agua respecto a 2008 y «continuar devolviendo a las cuencas de origen de las que se nutren sus fábricas, toda el agua que contienen sus cervezas elaboradas en España».
Un compromiso que Heineken España «ya ha logrado» en 2022, casi una década antes de la fecha que se ha marcado la compañía a nivel global, «gracias» a los programas de tratamiento y regeneración del agua y balance hídrico, con los que trata el 100% de sus aguas residuales y devuelve 1.900 millones de litros de agua al año, más del 100% del agua que contienen sus cervezas, con los proyectos desarrollados en Doñana, la Albufera valenciana y la ribera del río Jarama).
La «ambición» es «usar cada vez menos agua y ser más eficiente». De cara a 2025, Heineken aspira a utilizar solo 2,6 litros de agua por litro de cerveza elaborado, es decir, menos de la mitad (-51%) del agua utilizada en 2008. Un camino en el que «ya ha avanzado mucho» en los últimos años, logrando reducir un 33% su consumo desde 2008.
La campaña de concienciación para el ahorro de agua de Emasesa se desarrolla en un escenario de cambio climático que ha derivado en una situación de sequía estructural. Incluye por primera vez un enfoque colectivo que, más allá de dirigirse a los tradicionales usuarios, incluye a todos los agentes sociales y trata de consolidar alianzas con grupos de interés: ayuntamientos, empresas públicas, comercios, hoteles y hostelería, industria y ciudadanía.
