Hablamos con el restaurador e imaginero que ha llevado a cabo esta intervención, así como con el Hermano Mayor de las Penas de San Vicente.
Algo más de ocho meses ha estado esta talla anónima del siglo XVII atribuida a Pedro Roldán en el taller de Fernando Aguado. Tanto este restaurador como Francisco Polo, Hermano Mayor de la corporación del Lunes Santo han hecho una primera valoración el día que esta devoción regresaba a la Parroquia de San Vicente Mártir.
Fernando Aguado: «Se han recuperado muchísimos matices del Señor de las Penas»
Tras el proceso de restauración acometido desde el pasado mes de abril por Fernando Aguado, la Imagen de Nuestro Padre Jesús de las Penas de San Vicente se ha repuesto al culto este lunes 16 de diciembre. Este imaginero asegura que «ha sido una restauración muy profunda, mucho mayor de lo que nos pensábamos, como cuando se hace una obra de una casa y empiezan a salir cosas que no te esperas«.
Asimismo, Fernando Aguado afirma, con respecto a la policromía, que «se ha descubierto la tonalidad original en una parte y se ha reconstruido en el resto, que es una piedra grisácea, verdosa. El Señor estaba muy oscurecido, pues barnices y repintes estaban ocultando todos los valores originales».
«A nivel de fisuras, el Señor estaba bastante tocado. Date cuenta que en la intervención de Barbero, última que se le hizo y fue en los años 80, solamente se toca la peana y se ponen las espinas y se repinta la nariz. O sea que ahora mismo hemos tratado problemas que venían desde atrás del siglo XIX«, señala Aguado.
Por su parte, el Hermano Mayor de esta corporación, Francisco Polo, desvela que «estos ocho meses han sido muy duros, pero al mismo tiempo han sido muy ricos para la hermandad, porque el fervor, la devoción, se ha manifestado en el propio taller de Fernando».
Además, Polo se ha emocionado expresando que «debajo de los nuevos barnices que tiene el Señor hay mucho cariño, hay muchos gestos, muchas oraciones, muchas peticiones por todos los que no han podido venir, por los que lo despidieron cuando se fue de San Vicente y no le pueden dar la bienvenida hoy que llega de nuevo a su casa«.
La Hermandad de las Penas de San Vicente ha señalado, en una nota de prensa, que en todo momento se ha trabajado preservando la antigüedad del Señor y su expresión adquirida en la modificación del siglo XIX cuando se policromaron los ojos que le otorgaron la mirada que conocemos actualmente.