Recientemente han finalizado los trabajos de conservación y restauración sobre la pintura de caballete “Cristo atado a la columna con San Pedro”, obra que encarnaba grandes misterios. Emplazada en la capilla del Bautismo, también conocida como la de San Antonio, estos trabajos se enmarcan dentro del plan anual de conservación del monumento promovido por el Cabildo Catedral. Los trabajos de restauración han sido llevado a cabo por la especialista Ana Marín López en dependencias de la Seo Metropolitana. Finalizada la restauración de la pintura “Cristo atado a la columna con San Pedro”
Finalizada la restauración de la pintura “Cristo atado a la columna con San Pedro”
La restauración de esta obra realizada con técnica de óleo sobre lienzo, atribuida tradicionalmente a Murillo, ha desentrañado muchas incógnitas.
Sin duda estamos ante un notable trabajo, resultado de muchas horas durante el proceso de restauración, permitiendo que podamos advertir detalles que anteriormente pasaban desapercibidos, tales como la técnica, los colores, la anatomía, etc.
Antes de la restauración, el conocido investigador Pablo Hereza, revisó la pintura con detenimiento, elaborando sus estudios durante todo el proceso. En esta labor de investigación, se han añadido novedades que han permitido al historiador trazar los pormenores en el recorrido de esta sugestiva Obra de Arte.
Esta flamante obra “Cristo atado a la columna con San Pedro” podrá admirarse en la Sala del Pabellón Neoclásico, a la entrada de la Visita Cultural.
La restauración de esta obra presenta un triple interés:
- La propia recuperación de una obra de arte de alta calidad artística y prácticamente desconocida para especialistas y ciudadanía.
- La historia de la donación de un cuadro de los capuchinos a la Catedral y los interesantes deslizamientos atributivos.
- Su consideración, por nueva documentación y testimonios historiográficos, de que nos encontramos ante una obra de SG «el Mulato», distinto al pintor homónimo «el Granadino». Esta obra se convierte en una piedra de toque de gran interés para distinguir las producciones de ambos artistas, hasta ahora confundidos en un «totum revolutum». Gracias a la restauración emprendida por la SIC y a las investigaciones llevadas a cabo, se abre un interesante debate para la resolución de una confusión historiográfica, recuperando además una obra para el patrimonio catedralicio y sevillano.