A propuesta del ministro de Cultura y Deporte, Miquel Iceta, el Consejo de Ministros ha aprobado la declaración de los edificios de la Plaza de España como Bien de Interés Cultural (BIC) en la categoría de monumento. Esta emblemática construcción, erigida con motivo de la Exposición Iberoamericana de 1929, obtiene así la máxima protección establecida por la Ley de Patrimonio Histórico Español.
Dado que los edificios de la Plaza de España están vinculados a diversos servicios públicos de titularidad y gestión estatal, corresponde al Ministerio de Cultura y Deporte la apertura y tramitación del correspondiente expediente. Según ha detallado el Gobierno en un comunicado de prensa, la Plaza de España de Sevilla es la estructura de mayor magnitud entre todas las creadas con motivo de la mencionada exposición celebrada en la ciudad.
El diseño inicial de la plaza surgió como resultado de un concurso de anteproyectos realizado en 1911, donde la propuesta presentada por el arquitecto Aníbal González fue seleccionada. En el proyecto original de 1914, la Plaza de España fue concebida como un espacio que cerraba la Exposición Iberoamericana hacia el Este, creando así una amplia área abierta con la presencia de un estanque, orientado hacia el Parque de María Luisa.
Se trata de una composición semicircular de edificios que envuelve una extensa plaza de propiedad municipal. El espacio abierto que ocupa la plaza es de dimensiones destacables, con 230 metros de diámetro interior entre las dos torres, y su forma simboliza el abrazo de España hacia sus antiguos territorios americanos, mirando hacia el río Guadalquivir como el camino hacia América a seguir.
