Los últimos problemas institucionales entre los dirigentes del Sevilla Fútbol Club y del Real Betis Balompié hizo que algunos dudaran de la presencia de Joaquín Sánchez y Manuel Pellegrini en el acto de despedida de Jesús Navas, pero ellos nunca lo hicieron. Para el entrenador y la leyenda verdiblanca siempre estuvo por encima de todo el respeto y admiración profesional que sienten por el que fuera su discípulo y rival, al que no dudaron en acompañar en su último adiós. Joaquín y Pellegrini no fallaron: el señorío del Betis en el adiós de Navas
Elegantes y sonrientes. Así aparecieron El Ingeniero y Joaquín por la entrada del Ramón Sánchez Pizjuán, conscientes de que se había especulado mucho sobre su presencia o no en el acto organizado por el eterno rival en lo deportivo a una de sus figuras más emblemáticas. Y es que las últimas rencillas entre clubes enturbiaron en las últimas semanas un ambiente que había permanecido cordial hasta el desencuentro por la denuncia del Real Betis a raíz de una celebración de jugadores sevillistas en el último derbi y la posterior sanción de un partido para estos.
En la despedida de Navas no hubo cabida para eso. Lo dejó claro Manuel Pellegrini ante los medios de comunicación a su llegada. «Hoy no toca nada de eso, son cosas diferentes, hoy es el día de Jesús». De igual forma se expresó Joaquín, cuyo respeto y admiración por Jesús Navas se reflejó en cada palabra que dirigió al palaciego.
Ya sobre el césped, sorprendió la extensa y amistosa charla que mantuvieron Manuel Pellegrini y el presidente del Sevilla FC, José María Del Nido Carrasco. Una charla que se alargó durante los minutos previos al comienzo del acto y de la que se desprendieron varias sonrisas y gestos. Después de que el acto fuera desarrollándose con el chileno y Joaquín sentados muy cerca de Sergio Ramos, con el que departieron, llegó el turno de que su nombre sonara por megafonía.
Ambos saltaron al césped para acompañar a Jesús Navas en uno de los puntos que componían el recorrido de su despedida. Primero lo hizo Pellegrini, con inmensa mayoría de aplausos, y luego le acompañó Joaquín Sánchez, cuyo recibimiento también fue en su amplia mayoría de aplausos, aunque hubo algún pito más de una minoría. Algún silbido de una minoría que no entendió lo que allí se representaba. Nada destacable entre la mayoría de afición sevillista que supo reconocer el gesto del verdiblanco estando presente para despedir a su amigo y eterno rival, al igual que lo reconoció el propio protagonista del día.
Jesús Navas pidió la palabra para agradecer públicamente a Joaquín su presencia y poner en valor su amistar por encima de rivalidades. Él estuvo presente en el homenaje a Joaquín y se llevó la ovación del Benito Villamarín. El del Puerto agradeció con gestos de rendirse desde la distancia a Jesús y regresó a su asiento junto a Pellegrini y más personalidades entre aplausos.
Impecable comportamiento de Manuel Pellegrini y Joaquín Sánchez, sabiendo estar a la altura de un momento que quedará para el recuerdo, al igual que el de Jesús Navas dándole su sitio a dos emblemas del eterno rival. Los tres son un ejemplo inmejorable de lo que es y debe ser la rivalidad del fútbol sevillano entre el Sevilla Fútbol Club y el Real Betis Balompié. El respeto por encima de todo.