La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica, ha licitado el contrato de servicios para la conservación y mejora de los cauces de la provincia de Sevilla mediante «actuaciones sencillas y puntuales en pequeños puntos de los ríos». El contrato, con un presupuesto base de licitación de más de 2,4 millones de euros, tiene un plazo de ejecución de dos años, prorrogable hasta un máximo de cinco.
Dichas actuaciones responden a ocho objetivos que se persiguen con esta licitación. El primero de ellos es el de recuperar la «continuidad longitudinal del sistema fluvial», con la eliminación de barreras tales como azudes, presas y tramos de lecho hormigonado, especifica la CHG. Se prevé también incrementar la «conectividad lateral del cauce con sus riberas y llanura de inundación».
Para ello se disminuirá la altura de las orillas, se harán «pequeñas obras para la acumulación de sedimentos y estabilización de la erosión del lecho» y se «adecuarán o adaptarán los usos del suelo no compatible con la dinámica de las avenidas». En tercer lugar, se retirarán escombros y basura, y en cuatro lugar se «recuperará la morfología del cauce considerada natural o establecida como de referencia».
La CHG prevé con este contrato la plantación de nuevos árboles y arbustos, así como podas, desbroces y retirada de árboles muertos. Igualmente, mejorará los hábitats y recuperará las comunidades piscícolas, disminuirá los «efectos negativos de las inundaciones en núcleos urbanos y tramos que afecten a infraestructuras y mejorará el «uso social del río» para recuperar el patrimonio cultural asociado mediante la creación de espacios de uso público «compatibles con el estado ecológico del río».
En el pliego de la licitación, el Ministerio defiende que este tipo de iniciativas han conseguido unos resultados de «gran valor y beneficio para los ríos, marcando un cambio estratégico en los aspectos relacionados con el uso de las aguas y el control de su calidad, pero todavía siguen existiendo otros aspectos que es necesario mejorar, especialmente los relativos a las condiciones hidromorfológicas de los cauces y sus riberas, requiriendo para ello definir nuevas líneas de actuación que permitan recuperar la dinámica y resiliencia de los sistemas fluviales y que fomenten cada vez en mayor medida su restauración y conservación».
