La Diputación de Sevilla, el Consistorio hispalense y Comisiones Obreras están de acuerdo en la implantación de la tasa turística.
El presidente de la Diputación, Javier Fernández, ha tendido la mano al alcalde de Sevilla, José Luis Sanz, para defender la implantación de la tasa turística «hasta las últimas consecuencias». En este sentido, ha insistido en el hecho de reclamar a la Junta de Andalucía un «marco jurídico» al respecto para que sean los ayuntamientos «quienes tengan la capacidad de adaptarse o no en función de lo que consideren oportuno».
Así lo ha expresado el mandatario provincial al inicio de unas jornadas de debate bajo el título ‘Perspectivas sobre la Tasa Turística. Propuestas y Soluciones’, organizada por Prodetur en colaboración con CCOO. «Soy un gran defensor de la tasa, entre otras cosas, porque es la manera que tiene el turista de contribuir con los servicios públicos que consume cuando elige venir a Sevilla».
En declaraciones a los medios, Fernández ha subrayado que a lo largo de 2023 se registraron en torno a 7,5 millones de pernoctaciones. «Si hacemos una cuenta fácil de dos o tres euros por estancia y persona, estaríamos hablando de que la ciudad y la provincia podrían disponer de unos 20 millones de euros al año para mejorar los servicios públicos, compensar también a los barrios que ven estos mermados y que podría darnos un salto de calidad importante en materia turística».
En su opinión, hay que buscar esa tasa que permita «mejorar la calidad del servicio, mejorar la oferta, mejorar el mantenimiento de los edificios o de los museos», ha añadido. Asimismo, el presidente de la Diputación ha recalcado que «habría que distinguir entre la Ley de Haciendas Locales y la tasa turística». «Una cosa es la financiación local y otra la autonómica, y creo que, evidentemente, la Junta de Andalucía tiene competencias para permitir que aquellos consistorios que lo deseen implanten la tasa».
La Diputación, el Ayuntamiento hispalense y Comisiones Obreras ven necesaria la tasa turística
«Creo que hay que tener como referencia que hay 120 ciudades en el mundo, de las más importantes, que ya establecen una tasa turística. En España hay algunas experiencias y la clave es muy sencilla: establecer una cantidad, que tendrán que decir los técnicos, los expertos», ha abundado.
De su lado, la delegada de Turismo y Cultura del Ayuntamiento de Sevilla, Angie Moreno, ha defendido también la tasa turística, «como ha repetido en reiteradas ocasiones el alcalde, se llame así o IVA de vuelta del turismo a la ciudad»; ello, para que el vecino vea que el sector «repercute positivamente en Sevilla».
No obstante, ha afirmado la delegada municipal, una tasa turística que dependa de la Junta, «con la política del Gobierno andaluz de bajada de impuestos, pues, lógicamente, a ellos no les encaja». La cuestión, ha añadido, «es abrir ese debate y dejar de manifiesto esa ayuda que necesita tanto Sevilla como cualquier otra ciudad de nuestro país».
«Creemos que sería deseable que cualquier vecino de un barrio de Sevilla vea un cartel que diga que esa obra está financiada gracias al turismo y que ellos sientan que es algo positivo. En ningún momento pensamos que sea un factor diferenciador para la ciudad, igual que nadie deja de ir a París porque tenga una tasa turística».
Para el secretario general de CCOO Sevilla, Carlos Aristu, se trata de un «debate maduro» que está presente en casi todos los destinos turísticos ‘top’ de Europa y de otros continentes. «Es una herramienta contrastada y eficaz, para una ciudad que, entre otras cosas, tiene seis de los 15 barrios más pobres de España, donde mucha de la gente que vive allí percibe que en el casco histórico, donde vienen los turistas, hay una prestación de servicios públicos en limpieza, transporte y seguridad mucho más óptima que la que perciben en sus barrios».
«El turismo requiere de inversiones importantes para seguir potenciando la promoción del sector, para rehabilitar patrimonio, pero también para prestar un servicio público en las condiciones en las que lo esperan los visitantes», ha asegurado Aristu.
En este sentido, Comisiones Obreras apuesta por un ‘fondo transparente’ en lo que a la recaudación de la tasa se refiere, «donde, cada año, los actores que conformamos el sector turístico pudiéramos opinar y participar del destino de esos fondos: con transparencia no debe haber ningún problema para que la tasa turística dé el resultado que se espera de ella», ha concluido.