Unos minutos después de que el Sevilla FC anunciase el despedido de Jorge Sampaoli como entrenador del club de Nervión el propio argentino ha querido despedirse del club y la afición con una emotiva carta.
En la carta, Sampaoli ha recalcado que pese a cerrar mal su segunda etapa su «cariño por este escudo no se rompe y continúa siendo enorme» y que se va «con la cabeza alta por la actitud en todos los momentos, porque estamos en cuartos de final de Europa League y porque nos esforzamos muchísimo para sacar esta historia adelante».
Sampaoli ha querido agradecer también a todos los jugadores que ha tenido en estos seis meses, a la vez que agradecía también el apoyo de los hinchas del Sevilla por su «empuje en el Sánchez-Pizjuán» donde recalca que «es hermoso jugar allí».
Sampaoli ha terminado su carta de despedida deseándole suerte al Sevilla y mandando «un abrazo fuerte al entrañable sevillismo».
La carta completa reza así:
Me toca decir adiós a una ciudad y a unos colores que llevo en el corazón.
Cuando me llamaron para regresar, pensé que era una buena opción para cerrar una primera etapa que, de alguna manera, había quedado abierta. Sevilla es el primer equipo en mi carrera en el que intento una segunda oportunidad. Y puedo certificar que, pese a que las circunstancias fueron diferentes, mi cariño por este escudo no se rompe y continúa siendo enorme.
Me voy con la cabeza alta por la actitud en todos los momentos, porque estamos en cuartos de final de Europa League y porque nos esforzamos muchísimo para sacar esta historia adelante. El fútbol no siempre nos devuelve con alegrías el insomnio que le dedicamos. Pero no tengo dudas de que valió la pena ofrecer y poner el corazón por este escudo.
Quiero agradecer a los jugadores y a cada empleado del club por habernos acompañado. No tengo dudas de que lograrán el objetivo.
Quiero que llegue mi gratitud a los hinchas por el empuje en el Sánchez-Pizjuán, donde este año nos hicimos muy fuertes. Es hermoso jugar allí.
Le deseo toda la suerte del mundo al Sevilla y le dejo un abrazo fuerte al entrañable sevillismo.