La inversión del capital riesgo en startups de energía limpia se ha multiplicado por seis en los últimos tres años, pasando de los 1.900 millones de dólares (unos 1.757 millones de euros) en 2019 hasta los 12.300 millones de dólares (unos 11.371 millones de euros) en 2022, según el estudio ‘Clean Energy Startups Radar’ de la consultora estratégica Oliver Wyman.
Esto ocurrió a pesar de un contexto marcado por una acusada contracción en el mercado de capital de riesgo a causa del aumento de los tipos de interés y la posterior restricción de la liquidez, que llevó a que en 2022 la inversión general de capital riesgo en todas las industrias cayó un 53%, mientras que la inversión en startups de energía limpia aumentó un 10% en el mismo periodo.
En concreto, el estudio consideró que los principales catalizadores de este auge de la inversión del capital riesgo en energías verdes han sido la Ley de Reducción de la Inflación (IRA, por sus siglas en inglés) en Estados Unidos y la Ley de Industria Neta Cero de la Unión Europea.
Los expertos de Oliver Wyman estimaron que la financiación del capital riesgo a empresas emergentes de energías limpias está alcanzando máximos históricos, «a pesar de los efectos de una serie de presiones económicas, como el Covid-19, las crecientes tensiones geopolíticas, la escasez de liquidez de capital riesgo y la subida de los tipos de interés».
Dentro de estas energías limpias, la tecnología de las baterías se consolida como una de las más atractivas para el capital riesgo, después de que en 2022 el capital riesgo llegó a invertir 5.000 millones de dólares (unos 4.623 millones de euros) en empresas que la desarrollan.
En cuanto a inversión en otras tecnologías de energías renovables, se triplicó pasando de 1.000 millones de dólares (unos 925 millones de euros) en 2021 a 3.000 millones de dólares (unos 2.774 millones de euros) el año pasado.
Por otra parte, la inversión del capital riesgo en startups dedicadas a la producción de combustible, productos y servicios impulsados por hidrógeno o energía generada por hidrógeno, aumentó hasta 550 millones de dólares (unos 509 millones de euros) en 2022, frente a los 70 millones de dólares (unos 65 millones de euros) de 2019.
Por regiones, el capital riesgo norteamericano fue el principal impulsor de la inversión en energías limpias en 2022, aportando 7.000 millones de dólares (unos 6.472 millones de euros), alrededor del 57% del total anual, frente a los 5.500 millones de dólares (unos 5.084 millones de euros) el año anterior.
Europa fue la otra región predominante en inversiones en startups de energías limpias, con un total de 3.500 millones de dólares (unos 3.236 millones de euros) en 2022.
Norteamérica y Europa sumaron así el 85% de la financiación total a nuevas empresas de energía limpia en 2022. En otros continentes como China, la inversión de capital riesgo en startups del sector aumentó de 300 millones de dólares (unos 278 millones de euros) a 700 millones de dólares (unos 648 millones de euros) entre 2019 y 2021 y, en 2022, volvió a aumentar más del 71%, hasta los 1.200 millones de dólares (unos 1.110 millones de euros), por la expansión de las energías renovables.