La investigación del ADN de Colón apunta a «una familia judía asentada en el arco mediterráneo occidental». La película documental ‘Colón ADN. Su verdadero origen’ ha revelado que el análisis de los restos óseos de Cristóbal Colón que se conservan en la Catedral de Sevilla y de su hijo Hernando apuntan a que «hay rasgos compatibles con un origen judío».
La investigación del ADN de Colón apunta a «una familia judía asentada en el arco mediterráneo occidental»
El laboratorio del investigador de la Universidad de Granada (UGR) José Antonio Lorente se muestra «orgulloso» de haber obtenido «resultados concluyentes» en este sentido. A Colón se le han asignado hasta 25 nacionalidades diferentes, pero sólo ocho «convencían» a los científicos por su «consistencia histórica».
Finalmente, de las ocho teorías, los estudios de la UGR sugieren que el origen más certero de Colón sería el judío, de una familia asentada en el arco mediterráneo español.
«Tenemos ADN de Cristóbal Colón muy parcial, pero suficiente; tenemos ADN de Hernando Colón, su hijo, que está confirmado que es su hijo, y tanto en el cromosoma Y (masculino) como en el mitocondrial (transmitido por la madre) de Hernando hay rasgos compatibles con un origen judío», afirma el catedrático de la universidad granadina en el documental ‘Colón ADN, su verdadero origen’ de Story Producciones emitido en la 1 de RTVE este 12 de octubre, Día de la Hispanidad.
Origen genovés
En relación con su origen genovés, aunque ha sido la teoría más extendida y aceptada, era la que los teóricos rechazaban «con vehemencia». El principal motivo es que Colón jamás escribió en italiano. No existe ni una sola carta en la que el navegante introduzca siquiera una palabra o construcción italiana. Siempre escribió en castellano.
Los científicos granadinos viajaron hasta el norte de Italia y tomaron muestras de ADN de varones que viven entre Génova y Milán que se apellidan Colombo. Si el almirante era de aquella región, los resultados arrojarían el mismo origen. Los resultados, sin embargo, fueron una sorpresa «mayúscula». Los Colombo no se parecen nada entre sí genéticamente hablando, existe una variedad «tremenda». Los historiadores apuntan que «en aquella época los niños que eran abandonados por sus familias y dejados en la puerta de iglesias y en conventos se les asignaba con muchísima frecuencia el apellido Colombo».
La tesis del Colón castellano lo sitúa como nacido en Espinosa de Henares, en Castilla, y era hijo de Aldonza de Mendoza. «Falleció en el parto. Tiene dos hijos, uno, Alfonso, que fallece asesinado a los cinco años y otro Rodrigo de Mendoza, que es el que nosotros decimos que es Cristóbal Colón, que tiene que ocultarse de por vida para evitar seguir la suerte de su hermano», según el relato del defensor de esta teoría Alfonso Carlos Núñez, que defiende su línea de investigación argumentando el uso del castellano en sus escritos y en el hecho de que Colón para trabajar con los Reyes Católicos nunca necesitó nacionalizarse.
Su vida en Portugal
Portugal siempre ha sido tenido en cuenta por ser el primer país del mundo donde se tiene «una constancia absoluta» de que vivió Cristóbal Colón. «Colón vivió en Portugal, se casó en Portugal, capitanea barcos portugueses, fue próximo al rey de Portugal, Juan II», afirman los investigadores portugueses. Sin embargo, no existe ni un solo documento que lo mencione. La segunda tesis portuguesa defiende que Colón era un bastardo, hijo de una noble soltera y un franciscano que terminó siento beato.
La provincia de Pontevedra es la que más ha creído que su teoría era la verdadera. En realidad, se plantearon dos, la primera «totalmente descartada» y la otra, no. La primera habla de Pedro Álvarez de Sotomayor, también llamado Pedro Madruga, un noble con gran influencia en Pontevedra y el norte de Portugal que, misteriosamente, desapareció el mismo día que Cristóbal Colón se reunió con los Reyes Católicos. Eduardo Esteban, el presidente de la Asociación Cristóbal Colón Gallego asegura que La Pinta arribó a Baiona para dar cuenta de cómo había ido la aventura a los Sotomayor.
Se ha comparado el ADN de Colón con el del primo de Pedro Álvarez de Sotomayor y no ha habido ninguna similitud. La segunda corriente gallega sitúa a Colón en Poio y han dado razones de peso para convencer a los científicos de que ahí podría estar la respuesta del origen de Colón. En aquella época, es la única parte del mundo en la que hay constancia de que había personas apellidadas Colón. En el siglo XV existían, Colombo, Colom, pero Colon, como lo firmaba el navegante, sólo en Poio. Quedan inscripciones y cruceiros con ese nombre en el pueblo.
Además está documentado que vivió allí en el siglo XV una mujer que «se llamaba exactamente Susana Fonte Rosa”. Es decir, tendría el mismo nombre y el mismo apellido que la madre de Cristóbal Colón, que recordemos se llamaba Susana Fontanarrosa». Y además, «era judía». Otro dato más: en Poio eran navegantes, y, casualidad o no, «Cristóbal Colón puso exactamente el mismo nombre a los lugares que él fue encontrando en América que pueblos de las Rías Baixas, donde, según la teoría gallega, se habría criado». El equipo del doctor Lorente desenterró varios huesos del cementerio cristiano del siglo XV. Las tumbas se encontraban al aire libre y en suelo ácido. No ha sido posible extraer ADN de los restos recogidos. Y la última aparición de Eduardo Esteban en el documental, invita a seguir investigando: «Quedaría el tema de que si son judíos, pues no estarían enterrados ahí».
La teoría de su nacimiento en Mallorca
Por su parte, Gabriel Martorell defiende que Colón nació en Mallorca en 1460. Fue hijo natural del príncipe de Viana y de la mallorquina Margarita Colón. El príncipe de Viana era hermano de Fernando El Católico y en una visita a la isla dejó embarazada a Margarita. Por tanto, era un bastardo pero con sangre real. Según la tesis balear, Colón registró la isla Margarita de Venezuela con la palabra mallorquina. «Hay muchas palabras de influencia mallorquina. Hay nueve cartas en las que Colón firma ‘El almirant’ era como se llamaba almirante en Mallorca. En cambio, en Cataluña, no dicen ‘almirant’, dicen ‘almirall'».
El otro pilar en el que se apoyan es que las Capitulaciones de Santa Fe son un contrato sin precedentes. Nadie había obtenido un contrato tan favorable con el todopoderoso reinado de los Reyes Católicos: «Martorell tiene claro que Colón tenía trato de favor: «Colón reclama al rey Fernando ‘Yo quiero ser almirante, yo quiero ser virrey y yo quiero ser gobernador general’. Él pide los mismos cargos que le correspondían a su padre.» Porque según los mallorquines, Fernando era su tío.
Costó mucho encontrar un familiar del Príncipe de Viana. Después de encontrar tumbas saqueadas y vacías, dieron con un familiar en Palencia. El ADN, al principio, parecía prometedor. Los primeros análisis coincidían, pero, al final, «los resultados no ofrecieron las suficientes similitudes». Fue un verdadero contratiempo para Lorente y su equipo.
¿Y si Colón era un agote de la Baja Navarra?
José María Ercilla, médico estomatólogo convencía a Lorente con los síntomas que se sabe que Colón padecía. El doctor afirma que el almirante sufría síndrome de Reiter crónico porque desde muy joven tenía escozor al orinar y tenía uretritis y derrames en los ojos. Estudió la documentación de Colón y sus hermanos y se dio cuenta de que sufrían los mismos males que la población agote sigue padeciendo. Aprovechando que la Complutense de Madrid estaba analizando a la población de esa zona, Lorente comparó sus resultados. No había coincidencia.
Y así se llega a la teoría del origen judío de Colón. Francesc Albardaner, expresidente del Centre d’Estudis Colombins, siempre defendió que Colón era un «judío de tomo y lomo». Según él, sus escritos, «rezuman judaísmo». «El ADN indica que lo más probable es que su origen esté en el arco mediterráneo español o en las Islas Baleares, que en aquella época pertenecían a la Corona de Aragón».