El equipo científico de la Universidad Pablo de Olavide (UPO) dirigido por el catedrático José Antonio Sánchez Alcázar ha publicado un estudio en la revista ‘Orphanet Journal of Rare Diseases’ en el que demuestra que el ácido a-lipoico corrige «significativamente» el fenotipo mutante en modelos celulares de PKAN. La suplementación con ácido a-lipoico fue «capaz de eliminar» la acumulación de hierro y «mejorar las alteraciones patológicas» en las células mutantes con niveles de expresión residuales del enzima mutado.
En una nota de prensa, la UPO ha explicado que PKAN es uno de los quince subtipos de la enfermedad rara denominada neurodegeneración con acumulación de hierro (NACH o NBIA por sus siglas en inglés) que afecta principalmente a niños en su primera década de vida. Las NACHs son un grupo de trastornos neurológicos hereditarios en los que el hierro se acumula en los ganglios basales, lo que produce distonía progresiva, espasticidad, parkinsonismo, anomalías neuropsiquiátricas, atrofia óptica y degeneración de la retina.
«A menudo», además, la muerte temprana de los afectados. La forma más prevalente de NACH es la neurodegeneración asociada a pantotenato quinasa (PKAN), asociada con mutaciones en el gen de la pantotenato quinasa 2 (PANK2) que es esencial para la síntesis de coenzima A (CoA). No existe cura para la PKAN, ni existe un tratamiento estándar. Con el apoyo del Instituto de Salud Carlos III, la Junta de Andalucía, la Fundación MERCK Salud y la Federación Española de Enfermedades Raras, el equipo de investigación de la UPO ha identificado que el ácido a-lipoico es capaz de eliminar la acumulación de hierro y aumentar los niveles de expresión del enzima mutante PANK2.
De esta manera, el aumento de los niveles de expresión del enzima mutante se asoció con una «mejora significativa» en las principales alteraciones patológicas de las células PKAN. La suplementación con ácido a-lipoico puede ser de ayuda para el tratamiento de pacientes con PKAN con niveles de expresión residual de PANK2. El ácido a-lipoico se produce de forma natural en el cuerpo y es necesario para el crecimiento celular, la actividad mitocondrial y la coordinación del metabolismo energético, así como para regular la transcripción de muchos genes. Se caracteriza por su poder antioxidante. Es por ello que posee propiedades neuroprotectoras y antiinflamatorias.
En este sentido, puede reducir los factores proinflamatorios y eliminar las especies reactivas de oxígeno y nitrógeno, así como restaurar la función mitocondrial y reducir el daño celular. Además, se ha demostrado que el ácido a-lipoico reduce la peroxidación lipídica y aumenta la actividad antioxidante celular. Varios estudios han demostrado que este ácido también tiene un efecto quelante sobre metales como el hierro, reduciendo la acumulación de hierro en la corteza cerebral y un impacto positivo sobre el estrés oxidativo.
En cuanto a su uso médico, es uno de los antioxidantes «más eficientes» debido a su «buena biodisponibilidad, capacidad de atravesar la barrera hematoencefálica y la falta de efectos tóxicos a dosis terapéuticas». Muchos estudios clínicos han demostrado el efecto beneficioso de ácido a-lipoico en muchas afecciones patológicas como diabetes, aterosclerosis, enfermedades cardíacas, cataratas y enfermedades neurodegenerativas. Por todas las razones mencionadas anteriormente, «es un candidato prometedor para el tratamiento de enfermedades neurodegenerativas como PKAN».