El rector de la Universidad Pablo de Olavide (UPO), Francisco Oliva Blázquez, y el director de la sede del Joint Research Centre (JRC) en Sevilla, Mikel Landabaso Álvarez, han suscrito un «memorando de entendimiento» con el objetivo de «fomentar la colaboración» entre ambas entidades en el ámbito de la investigación. El acuerdo tiene una duración inicial de cuatro años con la posibilidad de su prórroga por el mismo periodo de tiempo y ha sido impulsado por el Vicerrectorado de Relaciones Institucionales y Fundaciones de la UPO.
Francisco Oliva se ha mostrado muy satisfecho con la firma de este «importante y relevante convenio» por su «dimensión académica e institucional, ya que las posibilidades de trabajo y sinergias son enormes». En este sentido, ha destacado que la Universidad Pablo de Olavide cuenta con 98 grupos de investigación, 1.500 investigadores y ocho centros en este ámbito.
«Los datos de esta institución en todos los rankings hablan de su excelencia en investigación, a lo que se suma nuestra idea de universidad responsable socialmente, que es una de nuestras características fundamentales porque somos una universidad con alma», ha subrayado el rector en una nota de prensa remitida por la institución universitaria.
Por su parte, Mikel Landabaso ha señalado que, con este acuerdo, el JRC da «un paso más» en la dirección de «establecer y consolidar una red de colaboración» con los principales interlocutores del sistema de ciencia e innovación de la ciudad. Fortalecer la relación con la comunidad académica sevillana es la forma «más directa» para el JRC de «poner a disposición de Sevilla y Andalucía» su actividad científica «puntera a nivel europeo», de abrir sus proyectos a los investigadores sevillanos y de contribuir juntos al desarrollo de Sevilla como ciudad de ciencia e innovación.
Con esta colaboración entre la UPO y el JRC, se oficializa una vía de trabajo que ya estaba abierta entre ambas instituciones y que servirá para «impulsar» una mayor cooperación con el fin de «beneficiarse mutuamente» de sus actividades y activos y de compartir los conocimientos derivados. Para ello, universidad y centro de investigación podrán establecer nuevos acuerdos para el emprendimiento de actividades conjuntas en el marco de este convenio marco de colaboración.
Así, por ejemplo, el documento establece la cooperación en el ámbito de la enseñanza superior y la formación, con especial atención a los programas de doctorado o acciones para la participación en los programas de desarrollo y formación del personal de cada parte, el intercambio de formación científica y técnica, proyectos de investigación conjunta o el intercambio de personal.