La hermandad de los Gitanos ya tiene templo propio tras 270 años de historia. El pasado viernes se procedió a la firma por parte del alcalde de Sevilla Antonio Muñoz y el hermano mayor José María Flores para la cesión gratuita de su santuario.
Se trataba de un anhelo de una corporación que ha alternado de sede varias veces a lo largo de su historia. Tras su fundación en 1753, estuvo en el extinguido convento del Pópulo. Tras abandonar el lugar, marcharon por diferentes templos con las imágenes antiguas atribuidas a José Montes de Oca y que se perdieron en 1936.
Sin embargo, la cofradía no llegaba a asentarse en ningún templo. Incluso, cuando ya se hallaba en la parroquia de San Román, llegó la Guerra Civil y la destrucción del templo. Continuó su periplo por iglesias como Santa Catalina o incluso, Santiago donde salió en los años 90 por la restauración de su sede canónica conviviendo con la Hermandad de la Redención.
Por todo ello, la hermandad trabajó para obtener la cesión por parte del Ayuntamiento de Sevilla de la cesión de superficie de la iglesia del antiguo convento del Valle, un edificio que se encontraba en ruinas desde que se destruyó parte del recinto a finales de los 80. Los miembros de la cofradía trabajaron en la rehabilitación de este templo gracias a la ayuda de la duquesa de Alba y en 1999, los titulares entraron en su nueva sede.